Victoria en Juárez: en busca de la efectividad

El Club León está mejorando. El equipo ya había dado avisos frente a Monterrey, pero lo confirmó la noche de ayer en la frontera: tras pasar semanas perdidos, deambulando en las canchas sin rumbo definido, ahora parecen haber encontrado el camino, y empiezan a caminar.
Y es que la Fiera dominó por completo a su rival. León tuvo más la pelota (62%), completó más pases (486) y disparó más veces (14) que los Bravos de Juárez. Además, los verdes mostraron atrevimiento, se vieron dispuestos a desbordar y se dejaron llevar por su talento y por el vértigo de jugar a la ofensiva.
Pero en medio de todo este escenario de positivismo y buenos augurios, se alcanza a colar una sombra que ha perseguido al Club León a lo largo de toda esta temporada: la falta de contundencia.
Seguramente frustrado, al igual que toda la afición esmeralda, por las sequías de Santiago Ormeño y Federico Martínez, y con la necesidad de guardar a su mejor hombre ofensivo, Víctor Dávila, para el encuentro frente a Seattle Sounders por la Concachampions, Ariel Holan decidió apostarlo todo a Armando León, quien fungió como el eje de ataque en la delantera esmeralda, y que sumó sus primeros minutos de liga bajo el mando del técnico argentino.
Pero el experimento no funcionó. Armando apenas y tocó la pelota, y en el tiempo que estuvo en el campo no logró hacer un solo disparo a puerta. El joven terminó regañado por un Federico Martínez más participativo, pero igual de ineficiente que él, y a quien parece que la frustración por no poder anotar comienza a desesperarlo.
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— Club León in English (@ClubLeonEN) March 5, 2022
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Fede Martínez with a nice chance to put one away, but Armando León inadvertently gets in the way. pic.twitter.com/CYOLtDjuF8
Esto sumado a la pésima racha que atraviesa Santiago Ormeño, que ni siquiera apareció en el banquillo en este duelo, deriva en la pésima efectividad de la delantera esmeralda, que termina por echar a perder el buen trabajo de todo el equipo para generar ocasiones importantes.
Porque a pesar de que el León disparó 14 veces, solo cuatro fueron a puerta. Y a pesar de que crearon 14 oportunidades de gol, solo pudieron anotar una vez, la suficiente para ganar el juego, pero no gracias a la delantera, sino al eterno Elías Hernández, que responde a sus críticos ganando tres puntos para su equipo.
Hoy, León está en su mejor momento. A pesar de ligar seis partidos consecutivos sin derrota en todas las competencias, es apenas en los dos últimos juegos cuando el equipo ha mostrado una idea de juego y un estilo que promete para mucho más, y que llena a su afición de esperanzas de cara al reto de Seattle y la Concachampions.
Pero hasta ahora Víctor Dávila ha sido el único delantero esmeralda capaz de anotar, y mientras otros aspectos parecen corregirse, la desesperación y la frustración comienzan a apoderarse de los atacantes verdiblancos.
Por lo pronto, León parte a los Estados Unidos con su mejor plantel descansado y listo para enfrentar el reto más grande de lo que va de la temporada, y con la sensación de que siguiendo este camino pueden lograr lo que sea... eso, claro, si tan solo logran meterla.