Todo puede definirse en un segundo

El cronómetro marca el minuto 37. Joel Campbell tiene la pelota controlada dentro del área, y debe tomar una decisión. Tiene apenas un segundo para procesar sus pensamientos, pero en el espacio más lejano de su campo visual alcanza a advertir una camiseta verde. Así que hace un amague, sale al lado contrario y deja solo frente al arquero a Fernando Navarro, que reacciona instantáneamente y pone el balón justo al lado del poste. Uno a cero para la Fiera y la mejor y más determinante jugada del costarricense en el partido de su redención.

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Rodolfo Cota está nervioso. No ha intervenido en todo el juego, y de pronto, al inicio del segundo tiempo, un vendaval rojiblanco ha comenzado a acechar su puerta. Es el partido más importante de todo el año, y si falla en lo más mínimo, el trabajo de todo el equipo se irá al traste. Ve con angustia que un balón invade su área, y de pronto se da cuenta de que, aunque no está perfilado, Uriel Antuna ya no tiene defensores enfrente. Él es la última barrera entre las Chivas y el gol, así que tras un segundo en el que analiza la situación, decide jugarse el todo por el todo: abandona el área chica y se va a los pies de Antuna, pero mientras cae sabe que ya todo está perdido. Se ha equivocado pero aún puede detener el penal. Entonces, en un segundo, las cámaras captan a José Juan Macías, que hace gestos extraños, y a Rodolfo Cota, que en ese instante maldito voltea a ver al árbitro, aunque la imagen se puede malinterpretar. Después Macías lo engaña y marca el tanto del empate. Y aunque Cota sacará otra de peligro unos minutos después, de cualquier modo el daño está hecho, y ya solo queda esperar la vuelta en León para despejar todas las dudas y demostrar que sigue siendo el bastión inexpugnable de la portería esmeralda.

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Fernando Navarro está en su mejor momento. Luego de haber sido señalado por toda la ciudad por su fallo en la ida frente a Puebla, ahora ha recuperado su confianza, y es nuevamente el arma secreta e infalible de la Fiera. Ya ha marcado el gol de la ventaja frente a Chivas, y sigue aportando con sus incursiones al frente, pero al minuto 68 hay un tiro de esquina, y su altura le indica que se quede en el medio campo, como último escudo verdiblanco, en caso de que ocurra lo peor. Así es, porque tras una carambola en el área jalisciense, Uriel Antuna queda solo con todo el campo por delante, y solo con Fernando Navarro como última marca. Navarro sabe que no puede dejar pasar a Antuna, así que lo persigue corriendo hacia su portería, analizando cada paso que da. Tiene apenas un segundo para pensar en lo que debe hacer, pero alcanza a tomar una decisión: amaga con dejarle libre el espacio para cubrir el pase al compañero que viene al otro lado. Con un movimiento casi imperceptible le planta la carnada a Antuna, quien cae completamente en su trampa. Al pensar que Navarro le ha abierto la pista, alarga un poco más el balón para ganar velocidad, pero Fernando nunca se fue, y aprovechó ese pequeño momento de apertura para quitarle el balón a Antuna y evitar el segundo en contra. Quizás haya acabado con las críticas, y quizás esa jugada sea la clave de toda la serie...

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Parecía un escenario controlado. El 'Chicote' Calderón se había arrinconado en la esquina del área, y no tenía acompañantes, así que Jaine Barreiro decidió realizar una doble marca, detrás de Navarro, solo como precaución, en caso de que este no pudiera detener al atacante rojiblanco. Pero Barreiro no se dio cuenta de que Miguel Ponce llegaba por el centro, y le dejó el camino para que entrara de frente a Cota. Entonces, en ese segundo de vacilación tras haberse equivocado, Jaine se tropieza y piensa que todo está perdido, pero alcanza a advertir que el disparo de Ponce no lleva potencia y comprende que aún puede llegar. Así que acelera rumbo a su propia puerta y se lanza en el último instante, justo en el momento perfecto para despejar sin dejar la pelota viva para ningún contrarremate. Ha transformado su error en una salvada, y gracias a su pierna milagrosa, León mantiene el empate.

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Es el minuto 90. Chivas de alguna manera ha sobrevivido a los embates verdiblancos, pero aún hay tiempo. Ángel Mena sabe que este no ha sido su partido porque apenas y ha tocado el balón y sus aportaciones ofensivas han sido prácticamente nulas. Pero cuando ve que Jean Meneses dispara desde fuera del área, comprende que aún hay tiempo, y que todavía puede ser el héroe. Así que se dirige al punto penal, y como un profeta aparece en el momento y en el instante adecuados para recoger el rechace de Raúl Gudiño. Entonces tiene solo un segundo para pensar en su definición, en batir a quemarropa al portero, colocar el balón pegado a un poste o hasta recortarlo. Mena ve todos los escenarios en un segundo y decide asegurar, así que imprime toda su potencia en su pierna izquierda y fusila a Gudiño, que milagrosamente levanta el brazo e impide la caída de su marco. Quizás, si hubiera tomado ese segundo con más calma, Mena hubiera terminado por ser el héroe...

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Restan noventa minutos de fútbol que determinarán el destino de los involucrados. León es favorito por su fútbol, por cerrar en casa y por la efímera ventaja que dan el gol de visitante y el liderato. Pero si la ida en Guadalajara nos deja una lección, es que en un segundo puede cambiar el destino, para bien y para mal, y si queremos ser campeones, no podemos perder la concentración ni un solo segundo.