Resultados y no espectáculo: el sello de Holan

No hay imaginación. No hay creatividad. No hay magia. No hay ingenio. No hay estilo. Lo que hay, son resultados.

Como sea que lo haya hecho, el criticado Club León de Ariel Holan logró lo que el laureado Club León de Ignacio Ambriz nunca pudo: pasar a los cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf.

Pese al enojo y la decepción de la afición esmeralda, que inclusive ha comenzado a vaciar el Nou Camp, Ariel Holan está dando resultados, y le guste o no al seguidor verdiblanco, el técnico va cumpliendo poco a poco sus objetivos.

Porque mientras la prensa y la afición señalan la mezquinidad del estilo de juego, la obvia carencia de variantes y la ausencia de valor en los planteamientos, el equipo suma victorias y logra metas que hacen que su continuidad no esté en duda.

Y no es algo nuevo, porque desde el semestre pasado Holan ha entregado lo que ha prometido y nada más. Como si fuera parte de una empresa, parece haber planteado su trabajo por objetivos, y a pesar de las críticas de consumidores y colegas, él cumple con su jefe directo entregándole lo que le pide.

¿Quiere un título internacional? Ahí está la Leagues Cup. ¿Quiere trascender en liga? Ahí está la final. ¿Quiere competir en Concachampions? Por primera vez, el equipo pasó de ronda.

Ante esos argumentos, no importa que la Leagues Cup fuera poco más que un torneo amistoso, que a la final se llegó con más dudas que certezas, o que, contrario a Ambriz, que enfrentó a equipos de la MLS cerrando de visita, Holan se metió a los cuartos de final ante un equipo centroamericano y cerrando en casa.

Por ahora, y a pesar de todo, el equipo avanza, pero cada paso parece demostrar que hemos traicionado nuestra vocación ofensiva, y que vamos cambiando la fantasía y el descaro por el recato y el pudor.

Luego de años de futbol alegre, León se vuelve cada vez más y más resultadista, y casi sin que nos diéramos cuenta, ese se ha convertido en el sello de identidad que ha caracterizado al equipo de Ariel Holan hasta ahora.

Ya veremos si alcanza para lo que viene...