Querétaro no supo matar a la bestia

León fue sorprendido por un Querétaro inesperado. La Fiera parecía tener todo controlado. El talento de Luis Montes y de Ángel Mena derivó en un golazo que les dio la ventaja. Todavía Nico Sosa y Fer Navarro estuvieron cerca de marcar el segundo, y parecía cuestión de tiempo para que León se llevara una sencilla victoria.
Pero entonces los Gallos se rebelaron contra su aciago destino. Alex Diego les ha impregnado valentía y honor a sus futbolistas, y a pesar de que iban abajo en el marcador, decidieron tomar cartas en el asunto.
No les importó que tenían enfrente a la mejor defensiva del torneo, y al equipo con más posesión y precisión de pases. Tampoco que el valor de todo su plantel (14 millones de euros) equivale a menos de la mitad de lo que está tasado el León (34 millones de euros). Simplemente se fueron a la ofensiva, con uñas y dientes, y con la firme convicción de no morirse de nada.
Les funcionó, y en cuatro minutos ya le habían dado la vuelta al marcador. El aguerrido Querétaro le demostró al León por qué estaba invicto en su campo, y por qué derrotó ahí a equipos como América o Cruz Azul. No le temen a nada, tienen agallas y capacidad de reacción, y hacen valer su localía.
Pero su mayor virtud es también uno de sus mayores defectos: la juventud. Esa juventud, representada principalmente en su técnico pero trasladada también a la cancha, les impidió cerrar un resultado que tenían en la bolsa. Ya solo hacía falta aguantar 19 minutos para asegurar la muerte del León.
Sin embargo, los verdes eran una bestia herida, y esas son las más peligrosas. Sin nada más que perder, se volcaron en busca del empate, y la inexperiencia queretana les jugó en contra. Incapaces de sostener el peso de la ventaja, sucumbieron apenas cuatro minutos después, con una descolgada de Yairo Moreno, un cabezazo en el punto penal de Fernando Navarro, y una reacción de goleador nato de Emmanuel Gigliotti.
Tres minutos después, y cuando aún no digerían el empate, Querétaro recibió la estocada de muerte que sí sabe dar la Fiera, y tras un centro cuasi-perfecto de Luis Montes, el “Puma” firmó su doblete y la voltereta esmeralda.
Porque no fue casualidad. El León lleva casi dos años cuajando su estilo ofensivo y posesional, tienen a algunos de los futbolistas más talentosos de la liga, y cuando su ballet comienza a danzar en el césped, no hay mucho que se pueda hacer para detenerlos. La Fiera sabe como y cuando matar. Lo han aprendido a base de derrotas y frustraciones, pero eso los hace un equipo más completo, y que sabe enfrentar la adversidad.
Justo eso es lo que le falta al Querétaro de Alex Diego. No tienen la malicia y la contundencia que solo se desarrolla con la experiencia. La derrota de ayer fue frustrante para ellos, pero quizás también pueda ser una valiosa lección, la misma que tanto le costó aprender al León, y que dice que no basta con heridas o rasguños, sino que debes matar a la bestia.