Olvídenlo: Nacho González no se retira este torneo

El Covid-19 llegó para cambiarlo todo. Detuvo por completo el fútbol en todo el mundo, causó un aumento drástico en la tasa de desempleo, y provocó una crisis económica de la cual aún no sabemos cuáles serán sus peores consecuencias.
Pero para algunos afortunados, esta pausa sirvió para detenerse, tomar un respiro e impulsarse de cara a los retos que traerá consigo la nueva normalidad.
“Parece que el coronavirus me vino bien a mí porque alargó un poco más mi carrera. Terminé jugando esos dos últimos partidos, y si no hubiera jugado esos dos partidos no me hubieran dado la extensión de contrato, eso me queda claro”, afirma Nacho González, uno de esos afortunados que está listo para volver, justo cuando todo apuntaba a su despedida.
Porque al inicio del torneo pasado, Nacho reveló que esa sería su última temporada como futbolista profesional. Con 35 años cumplidos y las dos rodillas destrozadas, Nacho determinó que el momento había llegado para decir adiós en el equipo de su vida.
Pero el destino tenía otro guión preparado para él. Alcanzó a jugar dos partidos como titular en los que no solo demostró que estaba a la altura, sino que también pudo levantar anímicamente al equipo justo cuando atravesaba su peor momento luego de la eliminación de la Concachampions.
Eso bastó para cambiar su historia y para ganarse seis meses más de contrato en los que buscará decir adiós de la mejor manera posible: levantando el octavo campeonato del Club León.
“Sería la mejor forma de retirarme, siendo campeón. Se dice fácil, pero conlleva muchas cosas. Con este equipo es posible porque tenemos una identidad, una forma de juego muy definida y jugadores de una talla muy importante”.
De hecho, insinúa que todo puede pasar, y que si su cuerpo y el equipo se lo permiten, podría alargar todavía más su carrera.
“Hoy me siento muy diferente de como me sentía la temporada pasada, que estaba sufriendo cada entrenamiento, cada recorrido, cada calentamiento; realmente no lo estaba disfrutando puesto que mi rodilla no andaba nada bien, me dolía demasiado, y hoy todo ha cambiado. ¿Y por qué no? Nadie sabe lo que vaya a pasar, y si este torneo terminó jugando y haciendo un buen torneo seguramente podríamos llegar a un arreglo todavía más interesante con la directiva”.
Y es que para Nacho González lo económico ya ha pasado a segundo plano, y no le importó hacer una rebaja drástica en su salario para completar su retiro más digno con la camiseta esmeralda.
“Sí estuvo muy castigado el tema de mi contrato en lo económico, entendiendo también la situación, y si bien seguramente yo he sido el más castigado de toda la institución, es algo que no me impide esas ganas y esos deseos de terminar mi carrera dignamente. Sé las consecuencias que tengo de haber jugado dos partidos en casi dos años, sé que soy un tipo que le ayuda al equipo, y lo que más me deja y por lo que más me quedo contento es por el tema de que ellos (la directiva) se interesaron en que yo siguiera participando en este torneo”.
Así que Ignacio González emprende su enésima temporada como el líder moral del Club León. A base de puro esfuerzo ha logrado convertirse en el faro que guía al equipo, y aún es capaz de transmitirle al resto de sus compañeros esa garra y ese empuje que siempre lo han caracterizado.
De hecho, él mismo reconoce que quizás nunca fue el mejor, pero que a base de sangre, entrega y pundonor pudo siempre superarse hasta cumplir sus sueños.
“No era el mejor jugador, ni lo soy ahora, ni en capacidades ni en técnica, si quieres me puedes poner en la categoría de jugador malo, pero con mucho ímpetu, con muchas ganas, y ese es el mensaje para los niños, que así no tengan muchas cualidades, que nunca dejen de intentarlo”.