Nos vemos en la liguilla

29 Aug, 2021
leon america
Deporte Digital

La misión estaba clara: derrotar al América y empatarlos en puntos en la cima del torneo. El Club León salió ayer al césped del Nou Camp con la tarea de demostrar que su subliderato no era casualidad, que su buena racha no se debía al azar o a la calidad de los rivales que había enfrentado, sino que tenían argumentos futbolísticos para enfrentar y superar al superlíder invicto.

Y eso fue lo que hizo el León de Ariel Holan. Con cada partido que pasa, parece que los jugadores se adaptan cada vez más a las ideas del estratega argentino, o quizás como lo dijo él mismo, es Holan quien se va adaptando cada vez más al juego que León ya dominaba desde antes de su llegada.

Sea como sea, la Fiera cada vez muestra un mejor rostro, un futbol asociativo, dinámico y punzante que se fundamenta en Omar Fernández, el diferente, pero que pasa por cada uno de los futbolistas que presenta en el campo de juego.

Porque los verdes ayer borraron del campo a su rival, un América cauteloso y gris, dependiente de los errores del contrario para generar peligro. Al contrario, el León fue fiel a su idea y les pasó por encima a los azulcremas, a quienes les ganó la posesión del balón (66%), casi los dobló en número de pases (471 del León por 242 del América) y en disparos (11 del León contra 6 del América).

León tomó la iniciativa y se dispuso a ir al frente, pero curiosamente, la expulsión de un jugador rival hace que todo este positivo panorama luzca insuficiente.

Con un rival menos durante la última media hora, la misión era meter un gol, un solo y miserable gol que redondeará la actuación esmeralda y que llevará toda la superioridad de los verdes al marcador. Holan lo entendió así, y metió al campo a todo el arsenal ofensivo que tenía en la banca. Fue por todo, como tenía que ser, pero no fue suficiente.

Al final, pese a toda la superioridad, la Fiera no pasó del empate, y se deberá conformar con seguir como escolta de las Águilas en la tabla. Es por eso que la sensación es agridulce: esta era la prueba para convencer a la afición, a los medios, a los rivales, y a todo el futbol mexicano de que este León es una realidad y un serio aspirante al título.

Pero aunque el resultado no lo demostró, nosotros sí sabemos que el América superlíder se encogió en el Bajío y se aferró con uñas y dientes a un mísero punto con el que salvó su dignidad.

Nos queda la tarea pendiente de derrotarlos y completar la faena, pero no se preocupen, ya nos veremos en la liguilla.

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