Necaxa: un modelo que podemos imitar

Era diciembre del 2018. El Necaxa había tenido una mala temporada bajo el mando de Marcelo Michel Leaño, quien terminó por ser despedido tras 13 jornadas, y al final el equipo sumaría solo tres victorias en todo el torneo, alcanzaría apenas 14 puntos y terminaría sin ninguna opción de meterse a la liguilla.
Pero esa temporada fue también la de la explosión de un joven delantero chileno llamado Víctor Dávila, entonces de 21 años, y que marcó seis goles en el Apertura 2018.
Esto fue suficiente como para que el Grupo Pachuca apostara por él, por lo que se sumó a la puja por su contratación y terminó comprando su carta por la cifra récord de 12 millones de dólares, convirtiéndose entonces en el segundo traspaso más valioso de la historia de la Liga MX.
Pero además, Necaxa firmó el que ha sido hasta ahora su negocio más lucrativo, porque esos 12 millones de dólares que recibió de Pachuca, le significaron 58 veces más del dinero que habían pagado al Huachipato por el mismo Dávila solo un año antes, pues pagaron por él 200 mil dólares en 2017.
Y no es una casualidad. De acuerdo con un análisis del mailing de El Míster, Necaxa es el equipo que mejor sabe manejarse en el mercado de fichajes no solo en México, sino a nivel continental.
Con una política de contratar jugadores baratos para después revenderlos a un precio más alto, Necaxa es el equipo mexicano que más ganancias ha recibido (después de gastos e ingresos) por venta de jugadores, con un estimado de 47.1 millones de dólares.
Esto lo pone como el equipo con más ingresos por compra-venta de jugadores en México y en Concacaf, el séptimo de Latinoamérica, y el 45 en todo el mundo. Y todo sin ser un equipo demasiado popular ni mediático.
De acuerdo con estimaciones de El Míster, Necaxa podría operar anualmente con alrededor de 350 millones de pesos, lo que significa que en los últimos cinco años, la compra-venta de futbolistas les ha servido para sufragar hasta el 55% de su presupuesto anual, a lo que todavía se deben sumar las ganancias por la venta de sus derechos de transmisión, y en menor medida lo que ingresan por boletaje, abonos o venta de indumentaria.
Pero por si fuera poco, y de la mano de sus nuevos dueños estadounidenses, NX Football USA, quienes tienen el 50% de la propiedad del club, han comenzado a incursionar en nuevos modelos de negocios como el NFT y las criptomonedas.
Are we the first pro sports team to ape in?! We did an outfit change after joining @BoredApeYC. Excited to join #BAYC #MAYC communities and hope for some love #apefollowape.@EvaLongoria @MesutOzil1088 @JustinVerlander @KateUpton @matrix31 @ripcityhamilton @VicOladipo @MillerBode pic.twitter.com/UedigZK5S6
— ⚡️Club Necaxa⚡️ (@ClubNecaxa) January 13, 2022
Sin embargo, no queda duda de que el negocio principal del equipo es la compra-venta de futbolistas, y para lograrlo, tuvieron que perfeccionar su departamento de inteligencia deportiva, el cual les permite contratar jóvenes futbolistas lejos del foco mediático a precios irrisorios, para después venderlos mucho más caros y sacar ganancia, exactamente como ocurrió con Víctor Dávila.
"El chiste es buscar aquel jugador que nadie mira, pero que va a explotar, que tengas las capacidades de ver su cualidades técnicas y tácticas", explicó Joel Tepetla, exintegrante del área de inteligencia deportiva a la agencia EFE en 2021.
Según él, el área de inteligencia deportiva de Necaxa, liderada por José Manuel Morales, hace el seguimiento de diferentes ligas de fútbol alrededor de América, como la ecuatoriana, uruguaya, chilena y argentina, pero no ven sólo la primera división, sino que también apuntan a las categorías inferiores en busca de jugadores con un mismo perfil, sin importar la posición: futbolistas no mediáticos y que tengan entre 19 y 21 años de edad, para que en por lo menos un año puedan ser vendidos
Para esto se apoyan en entrenadores de fuerzas básicas, para que sea más rápido y eficiente desmenuzar las ligas, y una vez que se tienen a los prospectos, se depura la lista y los mejores son presentados a la directiva, encabezados por el director deportivo Santiago San Román.
Además, antes de ficharlos, gente del Necaxa viaja a los países de origen para conocer el entorno del jugador y con ello tomar la decisión de forma objetiva.
Este mecanismo les ha servido para lograr casos no solo como el de Dávila, sino como el del argentino Brian Fernández, que costó 600 mil de dólares y fue vendido por 10.2 millones de dólares, multiplicando su valor 15.1 veces; el chileno Edson Puch, que costó 500 mil dólares y se vendió en siete millones, multiplicando su valor 13.7 veces; o el argentino Mauro Quiroga, que costó 300 mil dólares y fue vendido a 3.9 millones de dólares, multiplicando su valor 13 veces.
Esto les ha permitido sanear sus cuentas y trabajar con números negros, aunque a pesar de todo, los resultados deportivos no han estado a la par de su negocio.
Hoy, Necaxa tiene 24 años sin ser campeón de liga, no es un equipo protagonista en la fase regular y rara vez logra colarse a la liguilla. Pero a cambio han montado un poderoso sistema de negocios que les da la seguridad de seguir experimentando y compitiendo, sin verse afectados en sus ingresos.
Al contrario, el Club León ha gozado de una época de éxitos deportivos y logros institucionales, pero por lo menos en el aspecto de inteligencia deportiva, sus fichajes no solo batallan por dar resultados deportivos, sino que muy pocos son revendidos para lograr ganancias, y algunos hasta terminan por partir libres.
Tan solo en los últimos años, los casos de Nico Sosa, Leo Ramos, Walter González, Jown Cardona o Jorge Pereyra Díaz, que llegaron a León y se fueron por la puerta de atrás, sirven para ejemplificar esto, pero históricamente las mayores inversiones del Club León, como Maxi Moralez, que costó cinco millones de dólares, o Marcos Caicedo, que costó cuatro millones de dólares, no dieron resultados en el equipo.
Y aunque también han habido fichajes exitosos, como los de Jean Meneses o Yairo Moreno, quienes llegaron siendo prácticamente desconocidos y alcanzaron su valor de mercado más alto jugando con León, ninguno pudo ser vendido para transformar esa revalorización en ganancias para el club.
Obviamente, el calibre y los objetivos de León y Necaxa son diferentes, y aunque deportivamente parecen estar a años luz de distancia, León todavía podría tener un par de cosas que aprender del equipo que mejor se maneja en el mercado de fichajes en México y en Concacaf.