Nacho Ambriz revela cómo elige a sus refuerzos

La crisis económica provocada por el coronavirus llegó para cambiar el fútbol, y uno de los aspectos más afectados será el mercado de fichajes.
Es por eso que la metodología y el trabajo conjunto de los técnicos y la dirección deportiva de los equipos serán fundamentales para arriesgar lo menos posible, y acertar con las pocas transacciones que se realicen.
En ese sentido, Ignacio Ambriz reveló como es que trabaja con la directiva del Club León en cuanto a los fichajes que se realizan a cada torneo, y como es que administra y gestiona al grupo.
En entrevista para la cuenta Common Cycle de Instagram, Ambriz reveló que en primera instancia todo depende de su llegada a un nuevo equipo, ya que si llega a media temporada, deberá adaptarse a un plantel que ya está completamente confeccionado.
“Yo valoro primero si llegué de recambio y en qué época llegué, porque entonces yo me tengo que adaptar a lo que ya hay. Entonces en lo que ya hay, yo tengo que empezar a observar cómo está el ambiente del grupo, como puedo yo ir metiendo las cosas que a mí me gustan; que yo tengo tres cosas principales: el orden, la disciplina, y la posesión de la pelota”.
Precisamente esto le ocurrió a finales del 2018, cuando llegó al León como reemplazo de Gustavo Díaz a medio torneo, y aprovechó ese tiempo para plantar las semillas del proyecto que terminó de germinar hasta la siguiente temporada, el Clausura 2019, cuando ya pudo interferir en la plantilla esmeralda.
“Distinto es cuando ya terminó el torneo, ya saqué un balance de cómo está todo, y entonces ahora sí ya tengo que empezar a gestionar quién se va, quien puede venir, qué presupuesto tiene el club, o hasta donde me está permitido poder traer a un jugador A, B, C o D”.
Ambriz explica que no le gusta pedir contrataciones a destajo, sino que entra en un diálogo con la directiva para encontrar una solución entre las opciones que ellos también le ofrecen.
“Ahí ya me siento a platicar con el dueño, con el director deportivo, y les digo: 'Yo necesito un lateral derecho, ¿entonces tú qué tienes? ¿Tú como club qué has visto?' 'Pues tengo a Fer Navarro', y yo ya digo: 'Me interesa por la forma en que vamos a jugar, nos puede ayudar a esto, nos puede ayudar a lo otro'. Un poco en la parte económica ya no me meto”.
Incluso acepta que su experiencia en Europa fue la que le enseñó a evitar pedir jugadores a diestra y siniestra.
“Algo que aprendí en Europa es nunca llegar y decir: 'Necesito ocho refuerzos', porque en Europa me dijeron: 'Sí, pero y si te corro a los seis meses, ¿que hago con esos ocho refuerzos?'. Entonces ahí aprendí a gestionar y siempre a pensar para el club, por el club, y también para mí, claro. Y ahí aprendí a decir: 'Yo nomás te pido a dos jugadores: tráeme a Luis Montes y a Jean Meneses. ¿Hay posibilidades de traerlos?' 'Si, podemos traerlos'”.
Además, el técnico esmeralda habló acerca de cómo trabaja también en el aspecto anímico de su grupo, y reveló que la clave pasa por algo tan sencillo y evidente como lo es la confianza.
“Más que nada, cuando trato de exprimirlos, es regresarles esa confianza, porque lo futbolístico ya lo tienen (…) Yo les digo a los jugadores: 'Hay dos cosas en el fútbol: la que te manda a hacer el entrenador, y si no lo haces bien te saco; y la otra y la más importante: la que tú sabes hacer. Yo muchas veces prefiero que salgas a hacer lo que tú sabes hacer a que te la juegues con la mía”.
De hecho, uno de los jugadores que se benefició con este impulso de confianza fue el capitán Luis Montes, que se tuvo que convertir en la mano derecha de Ambriz.
“Yo cuando hablo con el 'Chapo' le digo: 'A ver, te voy a cambiar tu función, ya no vas a ser más el diez, vas a ser un segundo contención. ¿Por qué? Porque necesito tu personalidad, tus ganas de jugar, tu hambre que sigues teniendo a los 34 años, quiero que seas el capitán, pero no solo capitán de cintillo, quiero que seas el capitán en toda la extensión de la palabra, que seas como mi segunda mano dentro del campo y fuera del campo'”.
Y sumado a esta aseveración de confianza, Ambriz intenta impregnarle al equipo algo todavía más importante y que puede darle a sus jugadores el último empujón en momentos complicados: el sentido de pertenencia.
“Hemos perdido también esa parte de la pertenencia. Nosotros pertenecemos al León, somos del León, tenemos que querer y respetar estos colores. Ahorita nos toca a nosotros, nos pertenecen a nosotros, entonces defendamos lo que es de nosotros, para poder dar ese ejemplo de que corres, de que luchas, de que no das un balón por perdido. Después, entiendo que hay veces que te salen las cosas, hay veces que no, pero al final cuando el equipo está unido y tiran para la misma portería, las cosas tienen que salir”.