Los Olvidados: El Campeonato Aftoso

24 Mar, 2021
Especial

Era un equipo nuevo, humilde, que apenas se abría paso en el fútbol profesional del país. Eran unos desconocidos, unos campesinos imberbes que no deberían de atreverse ni siquiera a mirar a la cara a los grandes.

Pero eso ellos no lo sabían, así que contra todo pronóstico levantaron el rostro, le sostuvieron la mirada a los grandes y dieron un golpe sobre la mesa, como diciendo: 'Cuidado, que ya estamos aquí'.

“No es cosa menor, de ahí viene mucha de la historia que le da importancia y le da fuerza al Club León”, recuerda Pablo Montes, historiador leonés y aficionado esmeralda en cuerpo y alma, que recuerda así al León de la temporada 1946-47, la del campeonato aftoso del Atlante, y la que sentó las bases para que los verdes se convirtieran en el primer equipo de época del futbol mexicano.

“A pesar de que fue subcampeonato, me atrevo a decir que es el primer logro importante del Club León en su historia, destacando su muy buen paso por el torneo, el campeonato de goleo del 'Dumbo' López y demás”, completa Pablo.

Y no es para menos. El Club León había nacido apenas tres años antes, en 1944, y si bien en esos primeros años nunca desentonó en la primera división, tampoco es que hubiera sido protagonista. En su debut en la 1944-45 terminó en el cuarto puesto de la tabla general con 27 puntos, a 11 de distancia del campeón España, mientras que en su segunda temporada retrocedió un puesto para acabar en el quinto lugar con 38 unidades.

El equipo había nacido gracias a la fusión del Unión de Curtidores y la Selección Guanajuato, y fue reforzado por algunos jugadores argentinos, y aunque tenía dotes de calidad, el plantel no terminaba de dar el salto de calidad que le permitiera competir frente a los pesos pesados de la época, como el España, el Asturias o el Atlante.

¿Pero entonces qué cambió luego de esas dos primeras temporadas? ¿Qué fue lo que ocasionó que la Fiera ya pudiera dar ese salto de calidad para la 1946-47 y pudiera competir por el título?

La respuesta, según Pablo Montes, es sencilla.

“La llegada de un consolidado entrenador que ya traía todas las bases, había sido jugador en Argentina, que también traía todos estos principios básicos de la dirección técnica: José María Casullo. Me parece que llega en las últimas jornadas de la 1945-46, llega a sustituir a Montemayor, que era jugador-entrenador. Casullo dirige dos o tres partidos de la 45-46 y ya le toca conformar el equipo para la 46-47, y aquí llega a reforzar el equipo un hombre también muy importante que es Adalberto 'Dumbo' López, que llega a fortalecer el ataque del equipo”.

Además de Casullo y el 'Dumbo', hubo otro refuerzo que demostraría su valía a lo largo de la temporada: el peruano Eugenio 'Mono' Arenaza.

“Ya el 'Mono' Arenaza estaba en la portería, un elemento importantísimo, y creo que es uno de los emblemas que por ahí dejamos olvidados los fanáticos esmeraldas. Marcos Aurelio todavía no despegaba del todo pero ya se estaba haciendo importante, y lo destacable es que en esta temporada Adalberto 'Dumbo' López se convierte en el primer campeón de goleo mexicano de la historia de la liga”.


Cortesía Fernando Battaglia

Ya conformada la plantilla, José María Casullo se pone manos a la obra. Hasta ese momento, el 'Dumbo' López había sido un delantero del montón, siempre suplente del mítico Horacio Casarín en el Atlante, pero ahora, luego de asumir en solitario todo el peso de la ofensiva esmeralda, Adalberto por fin pudo brillar. Apoyado por el trabajo en medio campo de tipos como Luis Luna, Edmundo Manzotti o Marcos Aurelio, la Fiera se convirtió en una máquina goleadora y comenzó a ganar partidos al por mayor.

La temporada  fue avanzando, los verdes de Casullo no cedían terreno, y el único equipo que les mantuvo el pulso fue precisamente el Atlante, donde destacaban dos máquinas goleadoras como Casarín y el tico Rafael Meza.

“En la recta final del torneo nos encontramos con que eran dos punteros, el León y el Atlante, que estaban muy despegados del resto en cuanto a puntos. Por ahí hay datos un poco erróneos, se dice que León y Atlante se enfrentarían en la última jornada, pero no es así, se enfrentan un poco antes de que finalizara el torneo y el partido era importante porque de ganarlo se les iba a facilitar el campeonato a uno u otro equipo, aunque todavía tenían algún partido más”.

De acuerdo al registro del historiador futbolístico Erik Francisco Lugo para The Rec Sport Soccer Statistics Foundation, el duelo entre el León y el Atlante estaba programado para jugarse en la jornada 35, el 25 de mayo de 1947 en el estadio Enrique Fernández Martínez de León, Guanajuato.

El duelo era clave, porque Atlante marchaba en el liderato con 41 puntos, mientras que la Fiera le seguía con 38 unidades. En ese entonces, las victorias solo sumaban dos puntos, por lo que si aspiraba al campeonato, el León debía ganarle al Atlante y esperar que los Potros volvieran a perder en su último partido contra el Atlas, así como ellos derrotar al Asturias. Solo así llegarían a 42 puntos por 41 del Atlante y podrían conseguir el primer título de su historia.

“Ese era el partido clave, el partido que iba a ser factor y que iba a definir al campeón”.

Y León no podía llegar en mejor momento. Los esmeraldas ya se habían convertido en una máquina futbolística y apenas tres semanas antes habían goleado al Marte por 9 – 1 en León, con cinco tantos del 'Dumbo', lo que quizás sirvió para incrementar el miedo de los atlantistas.

Así, el general José Manuel Núñez, que había sido mano derecha del expresidente Lázaro Cárdenas y que ahora era dueño del Atlante, decidió no arriesgar su liderato, por lo que tomó como excusa el brote de fiebre aftosa que afectaba a Guanajuato y se negó a que su equipo viajará a León.

“Sería este hombre quien mueve todos sus conectes políticos para mover el juego, y hay que recordar que en ese momento los dirigentes de la Liga Mayor también estaban muy vinculados a la política, entonces este hombre mueve todos sus conectes para que el partido no se juegue en León, y se juegue en una fecha posterior en el estadio donde jugaba de local el Atlante. Esto desconcentra al León, los desestabiliza”.

El juego se pospuso una semana y se jugó finalmente el jueves primero de junio de 1947, en el estadio Ciudad de los Deportes de la Ciudad de México, donde el Atlante era prácticamente local. Y a pesar de todo el armamento futbolístico de los esmeraldas, el encuentro terminó con empate a ceros, lo que le daba el título al Atlante.

“Entonces se juega en el DF y el partido queda empatado, se tuvieron que esperar resultados del resto de los juegos para ver quien obtenía el campeonato, y ese empate fue clave para que el León no pudiera ser el campeón de ese torneo; se quedó con 41 puntos, mientras que Atlante fue campeón con 42. Recordemos que todavía no había liguilla y que las victorias sólo daban dos puntos”.

En sus últimos partidos, el Atlante perdió frente al Atlas, y el León derrotó al Asturias, pero ya no fue suficiente. La Fiera se quedó con 41 unidades por las 42 del Atlante, y se quedaron con el coraje de que el título se había manchado con las influencias políticas del general Núñez.

“Definitivamente hubo tintes políticos. La Fiebre Aftosa es una enfermedad que afecta a los animales de corral, principalmente a los bovinos o de pezuña. La historia cuenta que llegó a Veracruz una cantidad considerable de ganado importado de Brasil y venían contagiados. La enfermedad es muy contagiosa y se empezó a propagar por todo el territorio nacional. Se establece un método conocido como 'el rifle sanitario', que consiste simplemente en sacrificar a todo el ganado contagiado y el gobierno se compromete a indemnizar a los dueños del ganado. Pero sí, es una enfermedad que no afecta al ser humano, solo al ganado”.

“A todas luces, ese tendría que haber sido el primer campeonato del Club León. Para la prensa de la época, por ahí he leído que le llamaban al León el campeón sin corona, y al contrario, al Atlante le demeritaron mucho ese campeonato, ya el hecho de que le llamaran el campeón de la fiebre aftosa ya era hacer menos el campeonato, y a todas luces justificaban ese campeonato a partir de los manejos políticos que se les dieron en ese entonces”.

Así se puede corroborar en la crónica posterior al juego, publicada en el diario El Informador, donde el reportero explica que el título no fue celebrado por la afición atlantista.

“Fue notoria la frialdad con que el público capitalino y los que vinieron de otros lugares a presenciar este match, presenciaron la coronación del Atlante, sin siquiera aplaudirles, ya que lo que deseaban era un triunfo de los Panzas Verdes, y en esto ha influido la actitud del presidente atlantista -general Núñez- quien después de que logró que el partido se efectuará en esta capital en lugar de León, todavía protestó por la alineación de los visitantes", se puede leer en el texto del periódico del dos de junio de 1947.

Al final, el León de José María Casullo se quedó a las puertas de la gloria. Con un equipo que tenía apenas tres años de haber nacido, se atrevió a desafiar a toda la Liga Mayor, que tuvo que recurrir a una injusticia para evitar que la Fiera se consagrara. Pero a pesar de que no se cumplió el objetivo, sí se sentaron las bases para que los verdes dominaran el balompié nacional en los años venideros.

“Desde mi punto de vista fue importantísimo porque les hirieron el orgullo. Tan fue así que el León no decayó y al siguiente torneo obtienen el primer campeonato de su historia. Jugando con él hubiera, si no se hubieran dado las cosas como se dieron en la 46-47 y el León hubiera sido campeón, la Fiera hubiera sido el primer tricampeón de México. Sí fue muy importante, porque era un equipo casi recién creado, con muy pocos torneos en la Liga Mayor, pero que siempre se mantuvo en los primeros cinco puestos de la tabla en una época de torneos largos muy complicados. Para mí sí fue muy importante”, señala Pablo. 

El equipo del subcampeonato aftoso ha quedado relegado en la historia del Club León por el hecho de haber quedado segundo, y ha sido históricamente eclipsado por el cuadro bicampeón de las dos temporadas siguientes, la 1947-48 y la 1948-49. Pero sin esta primer campaña de irrumpimiento, el León no se hubiera erigido nunca como la potencia que llegó a ser. Este subcampeonato, en conclusión, es la base de todo.

“Estos primeros años del Club León en la Liga Mayor nos dan mucho de lo que hoy representa el equipo para la ciudad y para el futbol nacional: era el equipo a vencer, de los más fuertes de esas primeras décadas de la Liga Mayor. Luego vienen unos años de sequía bastante complicados, pero las glorias que no nos tocó ver, que solo nos han tocado escuchar de los más viejos aficionados, todo comenzó con ese subcampeonato”, finaliza Pablo.

*Pablo Montes es licenciado en historia y colaborador del proyecto futbolístico alternativo “Botines Negros”. También es colaborador del proyecto de divulgación de historia leonesa “León: Diálogos con su historia” junto a Abel Villagrán. Ambos proyectos están disponibles en Facebook.

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