Los Olvidados: Cambio de estafeta

El Club León era el mejor de México. Una generación dorada de gigantes había ganado para la causa esmeralda cuatro campeonatos de liga, y había posicionado al equipo verdiblanco como el más triunfador del país, el primer campeonísimo, el primer bicampeón, y en resumen, el más grande de toda la nación.
Pero el tiempo pasa, el mundo cambia, y nada se mantiene igual. La generación dorada del Club León comenzó a crecer, los gigantes menguaron y ya no pudieron sostener su cetro.
Pero antes de despedirse, dejaron una última gesta, un último atisbo de la gloria de épocas pasadas, un canto de cisne para ponerle punto final a la época en la que dominaron el futbol mexicano.

Cortesía Nación Esmeralda
“En la década de los cincuentas, el futbol mexicano estaba entrando en una etapa de madurez. En esta década, el León logra su tercer y cuarto título de la mano de este gran entrenador: Antonio López Herranz. Además, en esta década quizás la temporada más desalentadora es la 1953-54, donde se obtuvo un octavo lugar, pero en el resto de las temporadas, desde la 1950-51 y hasta la 1957-58, siempre el León estuvo del quinto al tercer lugar, además de los dos campeonatos, entonces el León estaba embalado, venía con un impulso importante y estos duelos con Guadalajara que ya estaban teniendo comienzan a generar una de las primeras rivalidades importantes del futbol mexicano. Así es como llegaba el León a la 1958-59”.
Esto lo explica el historiador y fanático esmeralda Pablo Montes, quien recuerda la campaña 1958-59 de la Liga Mayor con nostalgia, admirado por el hito de un León que hizo una temporada más que destacada, y que le sostuvo el pulso a un Guadalajara que después se confirmaría como uno de los mejores equipos de la historia del futbol mexicano.
“Se pelearon al tú por tú. La diferencia al final es de dos puntos. El último encuentro entre León y Guadalajara de esa temporada lo gana León de manera contundente por 4 – 0, de hecho yo creo que todos hemos visto esta foto de la Tota Carbajal en La Martinica, donde está a carcajada amplia mostrando tres dedos en la mano, pues es de ese día, cuando derrotaron al Guadalajara. Después de ese resultado, la confianza del León estaba por los cielos, pero en los últimos partidos al Guadalajara le va muy bien, mientras que al León la combinación de resultados no se le da y termina en segundo lugar, como subcampeón, pero siempre con los equipos mostrándoles un gran respeto”.
Ese subcampeonato tiene un aire metafórico. Se trató apenas del segundo título de las Chivas, pero el primero de un tetracampeonato histórico, por lo que la lucha codo a codo con el Club León se siente como un cambio de estafeta, como si el León le hubiera cedido al Guadalajara el permiso para dominar la liga.
“Le cedimos la estafeta al Guadalajara, que después se consagra con su época de oro del campeonísimo, pero no olvidar que el León ya tenía ese título con anterioridad. Quizás se puedan destacar cosas valorables del Guadalajara que no se pueden negar, como el tetracampeonato, pero el León no se quedó corto, fue en esos años el más campeón de México, el primer campeonísimo del futbol mexicano, y eso también tiene que ser valorable”.
Pero por más romántica que pueda parecer a la distancia, la realidad es que este intercambio de poderes no fue diplomático, sino que provocó el nacimiento de una poderosa rivalidad que muchos consideran como el primer clásico nacional, ese que enfrentaba a los dos equipos más ganadores de la época: El Club León y las Chivas Rayadas del Guadalajara.
│SUCESO #67│«El fin de la época dorada│Subcampeonato 1958-59»
— NaciónEsmeralda (@NacionEsmeralda) March 26, 2021
Así concluyó una de las épocas más brillantes del Club León en su historia, con un subcampeonato, que cedió el trono al entonces, archirrival.@Jassovivero nos relata este suceso...#ElPrimerGrandeDeMéxico pic.twitter.com/DBp6JaNiKU
“El León estaba pintado para campeón, y aunque no se dio, finalmente ganamos en cuanto a cuestiones históricas, para bien y para mal, porque este subcampeonato consagra la rivalidad de aquellos años contra el Guadalajara que disfrutaron tanto nuestros abuelos, pero nosotros ya no tanto porque nos la arrebataron por cuestiones televisivas y mercadotécnicas, pero los aficionados de esas épocas te hablan con cierta nostalgia de los partidos frente al Guadalajara, y yo pienso que esta temporada fue crucial y fundamental para que se desarrollara esa rivalidad”.
En realidad, y a pesar de que no se consiguió el campeonato, el León de la temporada 1958-59 era un verdadero equipazo. Mientras que la vieja guardia de ídolos como Antonio Carbajal, Miguel 'Mulo' Gutiérrez o Luis Luna seguían siendo los pilares del conjunto esmeralda, su conjunción con jugadores más jóvenes como Oscar Nova, Manuel 'Pachuco' López, Mateo de la Tijera, Mario Rey, Gerónimo Di Florio o Alberto Etcheverry les dio una solidez y una calidad ofensiva impresionantes.
“Fue el gran cierre, que hubiera estado mejor un campeonato, pero aún así fue el gran cierre de esta generación, los Carbajal, 'Mulo' Gutiérrez, Luis Luna, y toda la camada de argentinos que todos recordamos con mucha cotidianidad porque luego echarían raíces en León, como la familia Nova o la familia Etcheverry, pero por ahí se nos olvidan Gerónimo Di Florio u Oswaldo Martinolli, que fue subcampeón de goleo para esa temporada, entonces fue una gran generación”.
El plantel se consagró como la mejor ofensiva del torneo con 56 goles, pero de entre todos los titanes que formaban el aparato ofensivo de aquella campaña, uno se erige por encima del resto, y no es otro más que el séptimo máximo goleador de la historia del Club León con 89 tantos: el argentino Osvaldo Martinolli, que terminó subcampeón de goleo en esa temporada con 21 goles anotados.
“Oswaldo Martinolli es el séptimo goleador histórico del Club León, entonces no es poca cosa, es importantísimo pero no es tan mencionado como un Battaglia, como un Nova, como un Davino, como el 'Pato' Marcos Aurelio, entonces ahí tenemos a Oswaldo Martinolli que en su momento fue fundamental y fue uno de los grandes goleadores del club, y hoy por hoy no se le recuerda como a otros”.
Además, todos estos magníficos futbolistas sacaron su mejor versión bajo el liderazgo de uno de los mejores técnicos de la historia del Club León y posiblemente el que más tiempo haya dirigido a la Fiera: don Antonio López Herranz.
“El director técnico español se había hecho de una carrera importante sobre todo en León, a pesar de que había dirigido a otros equipos, e inclusive con la selección mexicana en sus primeras participaciones mundialistas. Ahorita tenemos muy fresco y muy vívido el recuerdo de los Ambriz, los Matosas, al 'Rey Midas', pero como ya están muy alejados en la historia del club estos otros técnicos que nos dieron campeonatos, de pronto los tenemos olvidados, y López Herranz hizo una carrera bien importante en el Club León. Habría que revisar el dato, pero seguramente es el director técnico que ha durado más tiempo en el equipo”.
Pero si este León tenía a jugadores tan importantes y era dirigido por un hombre ilustre como López Herranz, ¿entonces por qué no pudo levantar la copa? Para Pablo, se trató de simple y llana suerte deportiva.
“Yo creo que León fue víctima de las circunstancias. Si nos vamos a los periódicos de la época, gran parte de los periodistas emitían juicios de valor sobre el León muy buenos, pero un par de resultados no se le dieron al León de la mejor manera, y esos dos o tres resultados fueron los que al final le negarían el campeonato al León”.
De cualquier modo, casi se puede confirmar que el León era un equipo muy superior a las Chivas, y todo se remite al encuentro de la fecha 22, jugado el 14 de diciembre de 1958, cuando ambos se enfrentaron en La Martinica, y cuando el León aplastó al posterior campeón con un contundente 4 – 0 con goles de Luis Luna, Luis López y un doblete de Osvaldo Martinolli.
“El partido clave fue este partido entre León y Chivas, donde León ganó 4 – 0. Quizás el León terminó con mucha confianza tras ese partido, pero quizás a las Chivas se les hirió el orgullo, y terminan por ganar tres de los últimos cuatro partidos, eso a Guadalajara le benefició y al final por una diferencia de dos puntos, el León se queda con el subcampeonato, pero ese fue el partido clave”.
En sus cuatro partidos restantes, las Chivas ganaron tres y empataron uno, mientras que León acabó con cinco partidos consecutivos ganados, pero no fue suficiente. Se quedaron con 36 puntos, por 38 del Guadalajara, lo que los dejó con el mal sabor de boca del subcampeonato.
Sin embargo, en las semifinales de la Copa México, que se llevó a cabo después de finalizada la liga, el León se volvió a topar con el Guadalajara, y los destrozó por completo con un marcador global de 7 – 2, con lo que volvieron a confirmar quién debería de haber levantado el campeonato.
Pero a pesar de esta revancha inmediata, la temporada terminó de manera trágica, no solo porque León perdió el campeonato de liga y la final de copa frente a Zacatepec, sino porque el fin de su época más dorada se confirmó con el fallecimiento en septiembre de uno de sus más importantes entrenadores: don Antonio López Herranz, quien murió por complicaciones respiratorias el 29 de septiembre de 1959, con apenas 46 años de edad.
“Fue un año trágico en todos los sentidos. Además se inaugura una época de crisis y de sequía en torno al Club León, a pesar de los títulos de copa que vendrían después”.
Sin embargo, el legado que dejó López Herranz en su última temporada con el Club León fue grandioso. El subcampeonato sirvió para ponerle broche de oro a la generación de gigantes que construyó mucho de lo que es hoy el Club León, y que se despidieron con una última temporada que si bien no dejó títulos, sí dejó el recuerdo del mejor futbol ofensivo y goleador que tanto disfruta el aficionado leonés, y del que aún hoy podemos enorgullecernos.
“Es el cierre de una gran época del Club León, una época que es envidiada por muchos equipos. Señalar que el Club León se funda en el 1944, y las Chivas y el América y el Toluca y el Pachuca tenían ya una historia de décadas encima, y a pesar de sus títulos al nivel amateur, les toma bastante tiempo consolidarse y madurarse en la etapa profesional, mientras que el León, con bien poquito tiempo encima, logra hacer cosas que estos equipos consolidados no, y que le envidian en su historia. Se dice mucho que el León no tuvo infancia porque nació grande, y es cierto. Por eso es que este subcampeonato representa el cierre de esta gran época de oro del Club León”.