Los brasileños de León que fueron ídolos en Pumas

18 Oct, 2019
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Especial

Tanto el Club León como los Pumas de la UNAM son instituciones de tradición que han competido al máximo nivel en la historia de la Liga MX, que se han enfrentado en duelos llenos de entrega y pasión, y que han compartido anécdotas que derivaron en una muy particular rivalidad felina.

Pues dentro de estos pasajes de historia, destaca uno, el de dos futbolistas brasileños que parecían tener condiciones para convertirse en ídolos del Club León, pero que por uno u otro motivo, optaron por vestir la camiseta auriazul y dejar su legado con los Pumas.

Se trata de Leandro Augusto y Ailton Da Silva, quienes tendrían un prometedor arranque en el futbol mexicano en las filas del cuadro esmeralda, pero que después saldrían del Bajío en medio de pleitos y polémicas para terminar por aterrizar y triunfar en C. U.


Foto Solera Leonesa

La historia comienza a finales de los noventas, cuando el Club León de Roberto Zermeño ligaba un par de torneos con pésimos resultados que lo pusieron en riesgo de descenso, por lo que para el Invierno 2000, el polémico dueño de la Fiera decidió confiar en dos jóvenes brasileños, uno, Ailton, con un breve y poco productivo paso por el Atlas, y el otro, Leandro, que era prácticamente un desconocido en México.

Con estos dos brasileños en su medio campo, además de Adelino Batista en la delantera, el Club León consiguió sumar puntos y seguridad, y para el Invierno 2001 los verdes se jugaron la permanencia en un cardiaco mano a mano frente al Atlante. Finalmente, derrotaron al Toluca en la última fecha por 2 – 0 con goles de Sigifredo Mercado y Nicolás Ramírez, y con Leandro y Ailton en el campo, con lo que aseguraron mantenerse en la primera división, y no solo eso, sino que también alcanzaron la liguilla.

Ya en la liguilla, el equipo caería frente al América en los cuartos de final, y curiosamente ese sería el final de sus dos estrellas brasileñas con la playera esmeralda.


Foto Jose Antonio Gomez Lopez

En primera instancia , fue Leandro Augusto el que generó más polémica. Ante su buen rendimiento con el Club León, los Pumas decidieron acometer su contratación, por lo que habrían viajado directamente a Brasil para negociar con el Botafogo para comprar su carta.

Por su parte, el Club León alegó que ellos eran los dueños, pues ya lo habían comprado al Botafogo, y en el draft de aquel año anunciaron que Leandro se iba vendido al Atlas. Sin embargo, los Pumas, que en ese entonces eran presididos por Javier Jiménez Espriú (actual Secretario de Comunicaciones y Transportes), habrían acudido al representante Guillermo Lara, quien les habría prestado su ayuda para destrabar el caso y avalar la contratación de Leandro Augusto con el cuadro universitario ante la Federación Mexicana de Futbol.

No sería hasta muchos años después, en 2012, cuando Roberto Zermeño Jr., el hijo del otrora dueño de la Fiera, publicara en Twitter una serie de documentos con los que argumenta que la transacción no se hizo de manera limpia, y que los Pumas prácticamente le robaron a Leandro Augusto al Club León.

En una entrevista para el diario La Afición que data de 2014, Zermeño Jr. Asegura que: “Ellos (Guillermo Lara, Leandro Augusto y Javier Jiménez Espriú) hicieron este movimiento medio año antes y el jugador seguía jugando con nosotros y todos ellos sabían lo que iba a pasar, que iba para Pumas, que le iban a firmar un contrato muy importante a Leandro. Entonces nosotros nos enteramos cuando el jugador se va a Brasil, cuando termina el torneo, y en lugar de regresar a León se va a Pumas”.

Según Zermeño, el presidente de la Liga MX en ese entonces, Alberto de la Torre, habría solicitado a su homologo de la Confederación Brasileña de Futbol, Ricardo Teixeira, el pase internacional de  Leandro Augusto, mismo que no fue recibido hasta el 17 de mayo de 2004, lo que, según sus palabras, demuestra que los Pumas cometieron alineación indebida al jugar con Leandro desde 2001 y hasta 2004 sin que este contará con el pase internacional de FIFA, lo que reglamentariamente hubiera significado el descenso de la UNAM.

Pero esta no fue la única novela de ese verano del 2001, pues al igual que Leandro, Ailton también pensaba dejar a la Fiera y probar suerte en otro equipo del futbol mexicano. Así que poco tiempo después de confirmarse la salvación del León, Ailton era presentado como refuerzo del América.

Ailton viajó a la ciudad de México y se anunció como contratación oficial, incluso ya vestido con la camiseta azulcrema de las Águilas, todo con la confianza de que la negociación avanzaba a pasos firmes. Sin embargo, en última instancia, Ailton habría exigido más dinero, y la transferencia se cayó.

El entonces presidente del América, Javier Pérez Teuffer, recordó este episodio en entrevista con Récord en 2017, donde reconocía: “Nosotros ya habíamos acordado un salario, lo habíamos presentado, lo pusimos en la revista y al señor le dieron 50 mil dólares más en los Pumas y me dijo que si no se los daba, no se quedaba”.

Por su parte, Ailton también rememoró ese frustrado fichaje para Marca Claro, y confirmó que sí desechó la opción del América al ver mejores condiciones en Pumas.

“Querían pagarme cualquier cosa porque yo venía del León. Ahí (en América) estaban Zamorano, Fabián Estay, Braulio Luna, y yo iba ser el cargador, y como yo venía del León pues no, fue o me pagan lo que quiero o me voy. En ese momento yo estaba más loco de lo que estoy, y mejor agarré mis cosas y me fui".

Así, terminó por acompañar a Leandro a Pumas, donde ambos se reencontraron con otro brasileño que había jugado en el León, Joao Batista, defensor central que había llegado a la UNAM seis meses antes, pero que al contrario de sus compañeros, no tendría un paso destacado por C.U., y terminaría por irse a los Colibrís de Cuernavaca.

Finalmente, en mayo de 2003, y en plena lucha por la permanencia de los Colibrís, Joao Batista fue el primer jugador que se descubrió que había tramitado su nacionalidad mexicana con documentos falsos, y destaparía otros seis casos de futbolistas en situación similar, entre los que se encontraban Adelino Batista y Marcos Paulista, ambos brasileños y que habían sido traídos a México por el promotor Guillermo Lara y Roberto Zermeño para el Club León a finales de los noventas.

Ya lo demás es historia. Leandro y Ailton sí destacarían en Pumas, serían bicampeones con Hugo Sánchez y vivirían una larga y exitosa carrera en la UNAM, todo mientras el Club León se hundía entre los pantanos de la Liga de Ascenso.

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