León a la Final: el símbolo de la ilusión

06 Dec, 2020
campbell chivas
Goles y Cifras

“¿Dónde carajos está Guanajuato?”, debió decir Joel Campbell en diciembre del 2018, cuando su representante le informó del posible interés del Club León de México en su contratación.

Entonces estaba más perdido que nunca en Frosinone, al sur de Italia, casi exactamente entre Roma y Nápoles. Tenía 26 años, pero había visto cómo su fútbol se diluía cada vez más y más entre cesiones y préstamos, por lo que sabía que tenía que dar un cambio drástico.

Así que cuando llegó el interés de México y con el Frosinone enfilado al descenso, debió de haber pensado que no tenía ya nada que perder, que por lo menos más cerca de casa, en el mismo continente, por lo que decidió emprender una nueva aventura en el Bajío mexicano.

Seguramente nunca había escuchado hablar de Emmanuel y Mijares hasta que se enteró de que ellos dos habían anunciado su contratación en medio de un concierto en el Palenque de la Feria. Debe haber sido un detalle curioso para él, y seguro compartió el video entre risas y bromas con su esposa y sus hijos, mientras aterrizaban en la León-Silao.

Llegaba como una gran estrella, como un candidato a romper la liga. 'Jugó en el Arsenal de Inglaterra', presumía tanto la prensa local como la afición esmeralda, aunque hacía mucho tiempo que al propio Campbell esa referencia había dejado de parecerle halagadora. Ahora esperaba escribir una nueva historia, esperaba encontrar la consolidación que siempre se le había negado, y esperaba alcanzar de una vez por todas el potencial que nunca había dejado de ser nada más que eso, potencial.

Comenzó su travesía de manera positiva. El equipo sumó doce victorias y alcanzaron la final, y a pesar de que no era un titular indiscutible, sí ayudó a conseguir un par de resultados, y principalmente, ayudó a superar los cuartos de final contra Tijuana. Parecía el inicio de una historia de amor dulce e idílica, pero al siguiente torneo algo se torció.

Campbell perdió la brújula de los goles, y terminó sin haber marcado un solo tanto en el Apertura 2019. Después, en el Clausura 2020, ya comenzaron las críticas y los señalamientos, pero una buena actuación ante Juárez y la pandemia se atravesaron para dejar una última sensación positiva.

Entonces llegó junio del 2020, y se debía tomar una decisión sobre su futuro. Una cláusula de compra de dos millones de dólares lo separaba de continuar con los esmeraldas, aunque Nacho Ambriz y la afición exigían su contratación permanente. Al final el Grupo Pachuca decidió invertir en él y se quedó en el Bajío.

'Será nuestro refuerzo más importante', dijo Ambriz antes del inicio del torneo, y al igual que la afición verdiblanca, depositó su fe en el delantero tico. Era importante de nuevo, y parecía era el escenario perfecto para que, ahora sí, se comiera la liga. Por fin, en el Guard1anes 2020, comenzó como titular indiscutible, pero entonces, en el momento de más expectativas, fue cuando se derrumbó.

Pasaban los partidos con Campbell en el campo, y no terminaba de pesar en la cancha. No sumó un solo gol ni una asistencia en cuatro juegos como titular, y Ambriz no tuvo más remedio que enviarlo de nuevo al banquillo. Se limitó a ser un recambio habitual, pero eso solo lo alejó más de los goles.

Entonces todos los elogios y esperanzas se convirtieron en burlas y señalamientos. En el aislamiento de la pandemia, la afición convirtió a Campbell en un meme, y además de sus problemas dentro de la cancha, debía batallar con el hostil entorno de las redes sociales, donde no solo él, sino su familia, también estaban expuestos. Terminó la fase regular del Guard1anes 2020 sin un gol ni una asistencia, y su relación con la Fiera parecía haber terminado.

Por eso hoy, luego de que Joel Campbell metiera al Club León a la final del fútbol mexicano, no pudo hacer nada más que estallar en lágrimas.

“Los grandes jugadores siempre aparecen en las citas importantes”, esgrimió entre sollozos, luego de dar los mejores dos partidos de su paso por León, y que tienen al equipo en la víspera de su octavo título. “Le dedico esto a mi familia”, terminó.

Luego de tanto tiempo, tantas dudas y tanta mierda, Joel Campbell por fin ha estado a la altura de las expectativas. En la eliminatoria fue el factor diferencial para del Club León, y por mucho, el mejor jugador de la serie. Lo que ha demostrado es bestial, y solo queda replicarlo.

Es cierto, dos partidos no lo eximen de una mala temporada, pero eso ya no importa. Lo que viene es la lucha por el título, y Campbell se ha convertido en el símbolo de la ilusión esmeralda. Si vuelve a pesar como lo hizo en las semifinales, completará un círculo de redención, y representará el mismo espíritu de revancha que comparte todo el plantel.

Algo así debe sentir Cota, que se muere de ganas de demostrar que las críticas solo lo hacen más fuerte; también Luis Montes, que desea probar que es capaz de capitanear a este plantel hasta el título; incluso Ángel Mena, que tiene una espina clavada desde la liguilla del 2019, al igual que Nacho Ambriz y el resto de los jugadores de la Fiera, que han dominado la liga por dos años sin haber conseguido trascender.

Pero hoy están más cerca que nunca de vencer a sus fantasmas, y justificar todo el trabajo que han realizado hasta ahora. Nadie se acerca siquiera al fútbol que ellos han dominado ya, y tienen calidad, orgullo y sangre para sobreponerse a cualquier escenario. Y por si fuera poco, detrás de ellos está una afición enardecida que alucina con la gloria del campeonato.

En el horizonte ya se asoma Cruz Azul, y parece una broma cruel del destino, porque en este año maldito tendremos nuestra revancha.

A base de pundonor, sufrimiento y lágrimas, hemos llegado hasta aquí, así que dejen todo en el último tramo, y por lo que más quieran, no nos fallen.

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