Las lecciones de Puebla: Paiva contra la indisciplina

Hay veces en que el destino está en tu contra. Hay veces que nada te sale bien. Hay partidos en los que te superan en el medio campo y te la pasas corriendo detrás de la pelota. Hay veces que un jugador que estuvo contigo un año y no marcó un solo gol, se va con tus contrincantes y te anota a la primera oportunidad. Hay veces que tienes un central lesionado, y durante el partido te expulsan a otro.
En este contexto, en un territorio hostil, y perdiendo por 1-0, hay pocas cosas a las que puedes aferrarte. Pero todo cambia cuando tienes un asesino disfrazado de centro delantero.
El cuarto gol de Di Yorio sirvió para evitar la derrota esmeralda, pero no es suficiente como para eclipsar los problemas del equipo. El más evidente es la disciplina. Justo esta semana, Paiva hablaba de la importancia de terminar los partidos con once jugadores y de multas económicas ejemplares.
“En disciplina estamos muy duro. León era de los equipos más indisciplinados en función de tarjetas, tratamos de hacer ver a los jugadores que dejar al equipo con diez no era buena idea. Hay multas muy altas por rojas y multas por tarjetas amarillas, por insultos o varias cosas. Todo lo que sea tarjetas amarillas o rojas, son sanciones durísimas”.
En eso Paiva tiene razón: en realidad el problema de la indisciplina viene heredado de Ariel Holan, quien también batalló con las expulsiones antes de salir del equipo.
Pero no es excusa. Con un plantel corto, en el que apenas hay centrales y mediocampistas suficientes, León no puede darse el lujo de perder jugadores por expulsión. Y a pesar de esto, en tres partidos ya van dos expulsiones que comprometen las alineaciones y el rendimiento del equipo.
Y detrás de la indisciplina están los problemas a la defensiva y el medio campo, líneas que por lo menos en el primer tiempo se vieron completamente rebasadas por el Puebla.
De hecho, de no haber sido por un par de intervenciones puntuales de Rodolfo Cota, León no hubiera sumado en su visita al Cuauhtémoc.
Es cierto que hasta ahora los goles de Di Yorio han rescatado a la Fiera, pero el propio Paiva ya advirtió que en algún punto el nueve argentino tendrá partidos menos efectivos, y será entonces cuando se les deberá exigir a tipos como Joel Campbell, Víctor Dávila, Fede Martínez o Ángel Mena mucho más de lo que han mostrado hasta ahora.
Por lo pronto, el León de Paiva ha comprobado con creces que tiene garra y pundonor, y que no le temen a la adversidad.
Hay bases sobre las cuales se puede construir, y la realidad es que este equipo ilusiona. La Fiera de Paiva va carburando, y nos quedan ganas de verlos en un partido once contra once y sin lesionados. Quizás entonces podamos ver al Club León ofensivo y avasallador que intuimos, y que estamos desesperados por conocer.