La vida después del León: Sebastián Maz

30 Apr, 2020
Sebastián Maz Club León
Club León

“Lloré tres días seguidos por como se dio la situación, y porque era un partido que quería jugarlo”. No podía ser de otra manera. Ese año Nelson Sebastián Maz se cansó de destrozar las redes de toda la Liga de Ascenso con el Club León, pero una expulsión le impediría  estar final de vuelta. Se perdió el 12 de mayo del 2012, pero que no lo dude nadie, ese ascenso también es de él.

En entrevista para la página Soccer Adictos MX en Instagram, el exdelantero del Club León y ahora auxiliar de su equipo Sub-15 recordó su carrera en México, desde su llegada a Indios hasta su retiro con el Celaya, todo con el Club León como protagonista, aunque fuera como rival.

De hecho, Maz reveló que luego de ascender con los Indios en 2008 y tras su paso por los Dorados de Culiacán, tuvo un primer acercamiento con el Club León en 2009, aunque al final no se pudo concretar su llegada al Bajío.

“Después de Dorados regresé a Indios, a la pretemporada de Indios. Antes de terminar el torneo con los Dorados ya se había se acercado gente del León conmigo para la posibilidad de que el próximo torneo fuera al León, y hasta el “Negro” Almirón (entonces técnico de Dorados) me regañó porque había hablado con León. Yo pensé que en el draft iba a salir, que iba para León. Estaba en la habitación con Tomás Campos, y le decía que yo iba al León, que ya había hablado con ellos, pero en el draft sale que Sebastián Maz a Necaxa, que recién había descendido, y pues sí me sorprendió”.

Esto quiere decir que la directiva de los hermanos Batarse ya lo había sondeado, y hubiera llegado al conjunto verdiblanco para el Apertura 2009 y el Bicentenario 2010, donde tal vez hubiera coincidido con Alberto “Chuleta” Orozco, Carlos Casartelli, Mateo Fígoli o Luis Nieves en el ataque esmeralda. Pero los Batarse no lo ficharon, y al final se fue a Necaxa, con quienes volvería a ascender a costa del León en el Bicentenario 2010.

Pero tras ser parte fundamental del ascenso de los Rayos, la directiva le comunicó que ya no entraba en planes por razones económicas, y que tenía que buscar otro equipo. Por segunda vez se le cerraron las puertas de la primera división, y terminó por recalar en el Veracruz.

“Me dijeron que no me quedaba porque mi carta era cara, pero terminaron trayendo a un jugador que costaba más del doble que yo, ahí se contradijo la directiva, y me dolió porque uno había entregado todo”.

Tras dos torneos en Veracruz, la cosa se complicó. Para el Clausura 2011 el equipo ya tenía muchos problemas con la Federación Mexicana de Futbol por los adeudos con sus jugadores, lo que les impidió jugar la liguilla a pesar de haber clasificado, y terminaron por ser desafiliados. Los futbolistas quedaron en el limbo y Maz volvió a su natal Uruguay.

“Estando en Uruguay, me llama “Chuchín” (Jesús Martínez Murguía, presidente del León), me llama Andrés (Fassi, director deportivo de Grupo Pachuca) , y se da la posibilidad de venir a hablar con ellos, y la posibilidad de jugar en León”.

Extremo Deportivo

Llegó al León para el Apertura 2011, primero con Tita y después con Pedro Muñoz como técnicos, aunque todos sabían que Gustavo Matosas tomaría las riendas del equipo al siguiente torneo.

De cualquier modo, se convirtió inmediatamente en uno de los goleadores del equipo y en una pieza clave para cumplir el objetivo del ascenso. Marcó nueve veces en su primer torneo, y 18 en su segunda temporada, el Clausura 2012.

Sin embargo, la historia no tuvo el final feliz que todos esperaban porque Maz fue expulsado en la ida de la Final de Ascenso contra Correcaminos, y no pudo jugar el partido definitivo en el Nou Camp.

“Fueron días duros para mí. Lloré tres días seguidos por como se dio la situación, y porque era un partido que quería jugarlo por todo lo que habíamos hecho durante el año; es el partido que menos te quieres perder, pero lamentablemente me lo perdí”.

Maz recuerda que tras la expulsión, Matosas fue cuestionado por la prensa, y el técnico le dio su apoyo: “Sin él no hubiéramos llegado hasta aquí”. Todavía el día de la final de vuelta, aquel 12 de mayo que pasaría a la historia, Matosas se le acercó, y le aseguró que su historia continuaría en primera.

“Previo al partido, cuando los chicos estaban calentando, me dijo: “Tranquilo 'Cabeza', que hoy vamos a salir campeones, vamos a ascender, y el torneo que viene estaremos en primera división”. Eso era lo que transmitía él”.

Así fue. El León despedazó a los Correcaminos por 5 – 0 y consiguió el ascenso luego de diez años de fracasos. Y contrario a lo que le había pasado en Indios y en Necaxa, en León sí fue tomado en cuenta para la primera división, y fue el mejor goleador del equipo en su debut en el máximo circuito con nueve tantos.

Para entonces, y a pesar de que dos veces había ascendido a costa del León, ya había conquistado a la afición esmeralda.

“Me fui ganando el cariño de la gente a base de rendimiento, de sacrificio, de goles, de resultados, y después sí, fue un cariño mutuo con la afición de León, que les gusta ir a la cancha, que siempre está a full, y eso habla muy bien que siempre la gente acompañó”.

Pero después de esa temporada comenzó su declive. Aparecieron las lesiones y cayó relegado al banquillo. Después llegó Mauro Boselli y los puestos en la delantera se redujeron, pero Maz peleó siempre por un lugar, hasta que en el último partido de la temporada regular del Clausura 2014 frente a Tijuana, Javier Gandolfi en le tronó la rodilla izquierda con una entrada criminal. Pasó un torneo completo sin jugar, y al final decidió recuperar su nivel en la Liga de Ascenso.

“Fui a Mineros y me costó un poco porque estaba saliendo de la lesión, pero fui a Juárez ya mejor. Empecé muy bien, empecé a jugar, a meter goles, me sentía con confianza, pero en un entrenamiento se me fue la rodilla de vuelta y otra vez a cirugía. Ahí sí lo sufrí mucho. Pero intenté volver y volví, no al cien pero volví, aunque ya no pudimos conseguir el ascenso”.

Con los Bravos de Juárez, Maz no terminó de la mejor manera, y acabó enfrentado a Sergio Orduña, quien provocó que pasara seis meses sin equipo, tiempo en el que el León le abrió las puertas para entrenar con sus divisiones inferiores.

“De Juárez no me fui muy bien, lamentablemente. Con la dirigencia todo estuvo bien, pero con Orduña no terminé bien ese torneo; me quedaba un año y medio de contrato, pero me avisó cuando ya había pasado la fecha que no entraba en planes. Estuve seis meses sin jugar, porque te avisan las cosas ya cuando pasa el draft o un día antes, y ahí ya no tienes nada que hacer”.

Tras su salida de Juárez encontró acomodo en Celaya, donde conoció a Gustavo Díaz y tuvo su última etapa como futbolista profesional, por lo que decidió retirarse con apenas 32 años cumplidos.

Imagen

Ahora, tras una primera experiencia como auxiliar técnico de Gustavo Díaz en el primer equipo del Club León, se ha acomodado como auxiliar de Héctor “Coco” Giménez en la Sub-15 esmeralda, pero con el claro objetivo de entrenar al primer equipo en el corto plazo.

“Sí obvio, y a corto plazo me imagino (como entrenador del León). Ojalá que no sea a largo plazo, porque me siento muy identificado con esta institución. Me gustaría ya pronto agarrar más experiencia dirigiendo y que algún día se dé, pero sí, espero en un futuro no muy lejano tener la oportunidad de dirigirlo y salir campeón. Es un sueño, hay que ir paso a paso, pero ojalá se dé la oportunidad”.

Así ha tratado la vida a Nelson Sebastián Maz luego de haber terminado su idilio con el Club León, aunque deja la semilla plantada, y tal vez en un futuro no muy lejano pueda tomar el banquillo verdiblanco e inyectarle al equipo esa garra, esa entrega y esa calidad que siempre lo caracterizó.

Últimas noticias

ver más