La valentía de Ambriz ganó tres puntos

No existe un adjetivo mejor para describir a Ignacio Ambriz que la valentía. Desde el primer momento en que tuvo contacto con el Club León, Nacho fue valiente. Tal vez no lo recuerdes, pero Ambriz dirigió el primer entrenamiento del León sin haber firmado su contrato. Antes de estampar su firma, tuvo la valentía de aceptar el reto, dejar a un lado la cuestión económica, y ponerse a trabajar.
A mediados de aquel Apertura 2018, Ambriz tomó a un equipo en crisis, que no podía ganar en casa, y al que no pudo llevar ni a la final de copa ni a la liguilla. Parecía que su etapa en León había terminado antes de comenzar, pero tuvo la valentía de aguantar, encarar su destino, y trabajar.
Después vino el torneo de las doce victorias y la consagración, pero no llegó el título, y las críticas volvieron. Luego fue eliminado frente a Morelia, y después contra el LAFC, pero para cada decepción, había una recuperación y un método que sustentaba todo.
Ahora, el León encaraba un torneo incierto, tras varios meses de paro que condicionaron su buen futbol. Pero Nacho no dejó de ser valiente, y el partido de ayer contra los Pumas así lo demuestra.
Porque desde Querétaro, fue valiente al mandar a la banca a un futbolista que era titular indiscutible, pero que simplemente no rendía en el campo: Jean Meneses. Así le picó el orgullo al chileno, y le demostró que nadie tiene su lugar asegurado.
Y al mismo tiempo, le dio una oportunidad a David “Avión” Ramírez, un chico leonés sediento de revancha que no dejó escapar esa chance.
Ahora, ante Pumas, Ambriz fue valiente al sostener su decisión, y el “Avión” le respondió con su mejor partido de la temporada. Y le dio a Meneses algunos minutos para cerrar el partido y este le respondió con el gol que selló la victoria.
Esta valentía es la misma que transmite el León en la cancha. De los once futbolistas que entran al campo, solo cuatro (el portero, los centrales y el contención) tienen vocación defensiva. Los siete restantes son ofensivos, y hay momentos en que todos invaden el área contraria al acecho del gol.
Juegan de manera audaz, atrevida, sin un solo atisbo de miedo, y no hay ningún equipo que pueda resistir ese asedio.
Con esa filosofía el León se abalanzó sobre Pumas, y gracias a eso vinieron las equivocaciones de Talavera, su expulsión y la debacle universitaria.
Pero a la valentía de Nacho Ambriz le falta un título, y él lo sabe. Lo dijo en la entrevista previa que le dio a Fox Sports: “Yo sí catalogo a mi equipo de que puede estar peleando por el título. Los muchachos se lo merecen porque no llevamos un torneo, llevamos tres torneos peleando allá arriba, haciendo las cosas bien, sumando una gran cantidad de puntos, demostrando que, a pesar de los inconvenientes, el equipo sigue ahí, y así sí me gustaría ser campeón. Voy a luchar en este torneo por ser campeón".
Ignacio Ambriz es arriesgado y aventurero, y por eso el mundo le pertenece. Paso a paso, con cada victoria y con cada derrota, se acerca un poco más al campeonato, y hacia unos sueños que ya no se ven tan lejanos. Ignacio Ambriz es valiente, y no podemos olvidar que la valentía siempre deja una recompensa...