La llegada de Larcamón al Club León: esta película ya la vimos

Este miércoles siete de diciembre, exactamente a 30 días de distancia del debut del Club León en el Clausura 2023 ante Mazatlán, Nicolás Larcamón habría dirigido su primer entrenamiento, como lo había anunciado el club oficialmente. Pero esto no fue posible por el nacimiento de su hijo.

En estas cuatro semanas antes de que empiece a competir, el nuevo entrenador deberá completar la preparación física del equipo, enfrentar cuatro partidos de pretemporada, definir las altas y bajas del plantel e impregnar a los jugadores de su estilo de juego.

¿Parece poco tiempo? Lo es. Sobre todo en un semestre en el que el equipo se debe preparar para competir no solo en la Liga MX, sino también en la Concachampions 2023.

Y lo peor de todo es que este escenario no es nuevo, sino que ya lo vivimos hace seis meses.

Porque en el último semestre, el equipo verdiblanco tuvo que sacrificar los resultados debido a su apuesta por Renato Paiva, un entrenador que tenía equipo y al que tuvieron que esperar para que asumiera al frente del León. Al final arribó 33 días antes del inicio del Apertura 2022, y a lo largo del torneo se empeñó en recordar que no había tenido tiempo para trabajar.

Hoy, al igual que Paiva, Larcamón llega de emergencia a 30 días de distancia del inicio del nuevo torneo. Entonces, ¿también deberemos soportar un torneo de malos resultados por la falta de tiempo y planeación? ¿Qué debe hacer el Club León para que, con las mismas acciones, se tengan diferentes resultados?

La cuestión no es menor, porque no solo se trata del poco tiempo que Larcamón tendrá para trabajar con su nuevo equipo, sino que el argentino se encontrará exactamente con las mismas condiciones que llevaron a Paiva a renunciar.

Según lo que ha trascendido en la prensa, la renuncia de Paiva la motivaron la falta de refuerzos y la negativa de la directiva a darle salida a ciertos jugadores consagrados en el plantel. Pues hasta ahora, tras la llegada de Larcamón, no han llegado refuerzos y no se han concretado bajas, por lo que el argentino deberá enfrentarse exactamente a los mismos problemas que llevaron a su antecesor a dar un paso al costado.

Por lo pronto, el escenario luce prácticamente igual que el semestre pasado, y que dejó tantos sinsabores para la afición verdiblanca.

Al menos la hinchada puede esperanzarse en que, al contrario del torneo anterior, el Clausura 2023 ya será un torneo menos apresurado, casi sin jornadas dobles y con semanas largas para trabajar; o por lo menos así será hasta marzo, cuando el León comience a competir en la Concachampions.

Esto sumado a que Larcamón no es Paiva, y quizás el argentino pueda lograr imponer su autoridad en el vestidor y sobrellevar los aspectos que para Paiva fueron insoportables.

De cualquier modo, la sensación hasta ahora es que esta película ya la habíamos visto...