JJ Macías: ¿se apagó el niño sensación?

El inicio fue vertiginoso. José Juan Macías, el niño sensación, el mejor goleador mexicano del Clausura 2019 y el centro delantero titular del Club León, marcó seis goles en los primeros siete partidos de este Apertura 2019 y se colocó por primera vez en su carrera en la cima de la tabla de goleo de la Liga MX.

Dobletes frente a Chivas y Querétaro, y goles frente a Pachuca y Santos le valieron para confirmarle al medio futbolístico nacional que a sus 20 años recién cumplidos, ya estaba listo para liderar el ataque del cuadro esmeralda, que se muere por partir a Europa, y que no se detendrá hasta cumplir sus objetivos.

Pero luego de esa jornada 7 frente a Santos, algo pasó, su instinto depredador se apagó, y desde entonces hasta hoy suma ya cinco partidos consecutivos sin ver puerta.

El atacante esmeralda no le pudo marcar ni a Tigres, ni a Juarez, ni a Necaxa, ni a Atlas, ni a Puebla, y en este último encuentro, tuvo que salir de cambio al medio tiempo para darle entrada a Ángel Mena, tras haber pasado desapercibido en una nueva e improvisada posición por la banda izquierda, donde apenas y se hizo sentir.

Ahora, tras estos cinco juegos seco, Macías ha abandonado la cima del goleo individual, superado por Julio Furch con ocho goles y por Franco Jara con siete, y empatado con sus compañeros Ángel Mena e Ismael Sosa, con Maxi Salas y Mauro Quiroga de Necaxa, y con Alan Pulido de las Chivas, todos con seis goles marcados en lo que va del torneo.

Así que, tras el fulminante inicio del torneo, ahora Macías se enfrenta a otra prueba de madurez. A pesar de su mala racha, no parece que vaya a perder la titularidad en la punta del ataque verdiblanco, y dependerá de sí mismo para volver a encontrar el gol, y volver a la cima de la tabla de goleadores.

No será sencillo, ya no es el joven desconocido y menospreciado que era el torneo anterior, los defensas contrarios ya lo habrán estudiado a él y a sus movimientos, y tal vez esto explique también su sequía actual.

Pero no sería la primera vez que se supere a sí mismo. Nuevamente, deberá demostrarle a todos que lo suyo no fue casualidad, que sigue con las mismas ganas de comerse al mundo, y que está listo mental y físicamente para sobrellevar también estas malas rachas.