Jesús Martínez rompe el silencio y habla de Nicolás Larcamón
La salida fue sorpresiva para algunos, pues Nicolás Larcamón había hecho muchos méritos para seguir en el equipo, pues logró el primer título internacional en la historia de la institución.
Pero para otros su cabeza incluso tuvo que rodar antes de llegar al Mundial de Clubes, pues el equipo estaba mostrando un estilo muy diferente al que la afición está acostumbrada: agresivo y espectacular.
Y el que menos pensó la decisión fue el presidente Jesús Martínez, pues al terminar el partido y sellar la que quizá sea la peor actuación de un equipo en la Liga MX, tomó la decisión repentina.
"Siempre platicamos Nico y yo de su continuidad, incluso estábamos ya contado lo que buscaríamos para la próxima temporada. La decisión fue repentina por lo sucedido en el Mundial de Clubes", reveló Jesús en el programa Magazzine XXl.
Mucho se habló también sobre si Nicolás ya tenía apalabrado su contrato con Cruzeiro desde antes o que sí Jesús había buscado a Bava seis meses antes, pero todo se dio esa fatídica noche después de la derrota ante el Urawa Red Diamonds.
"La decisión (de despedir a Larcamón) fue ese día. Por la noche yo ya estaba hablando con Jorge Bava para estar listo para lo que viene. Yo tomé la decisión de cortar el proyecto", se sinceró el presidente del Club León.
¿Esta decisión tuvo que ver por problemas en el vestidor?
"Para nada, se que se escuchó mucho eso. Los tres jugadores importantes cuando se tomó la decisión platicamos así que realmente no se de donde salió eso. El grupo y yo teníamos buena relación con Nicolás Larcamón", aclaró Martínez Murguía.
Pero el tiempo de lamentarse ya pasó y hoy el Club León tiene la mira puesta en el Clausura 2024, con Jorge Bava en el banquillo, nuevos refuerzos y la esperanza de volver a pelear los primeros puestos en la Liga MX.
"Tuvimos una oportunidad muy importante y nos morimos de nada, por eso fue la decisión y buscamos sobre todo otro estilo de juego a lo que se venía observando y por eso se toma la decisión", finalizó Jesús.