Hay esperanza: los socios originales pelean el estadio

El pasado viernes nueve de octubre fue una fecha lúgubre para la historia del Club León. Ese día, Roberto Zermeño intentó tomar posesión física del estadio Nou Camp, y aunque disturbios de la afición impidieron que esto ocurriera, sí logró expulsar a Grupo Pachuca del inmueble.
Así se concretó el escenario que se planteo desde un año antes, el 22 de octubre del 2019, cuando después de agotar todas las instancias legales disponibles, el Juzgado Tercero de Distrito ordenó que el estadio Nou Camp le fuera entregado a Roberto Zermeño.
Pero la lucha no ha terminado, y un grupo de aficionados y socios originales del Club Social y Deportivo León A. C. han promovido una nueva demanda para evitar que el estadio caiga en manos de Zermeño. Esta es su historia.
Club Social y Deportivo León A. C.
Para iniciar a comprender los pormenores del caso, lo primero que hay que entender que el Juzgado Tercero de Distrito no le entregó el estadio personalmente al ingeniero Roberto Zermeño Vargas, sino que se lo entregó al Club Social y Deportivo León A. C., una institución de la que Zermeño es supuestamente presidente, y que integra en su consejo directivo a sus hijos y socios.
En realidad, el Club Social y Deportivo León A. C. fue el organismo que se creó en el año de 1945 para administrar al recién nacido Club León. El 20 de agosto de 1945 se realizó su primera asamblea oficial donde se confirmó su nacimiento y se establecieron los estatutos, mismos que indican que ningún nuevo socio podrá ser admitido sin la aprobación de todos los miembros en una asamblea oficial, lo que será importante en el futuro.
Luego de esa primera asamblea, que dejó constancia ante notario público del surgimiento del León A. C., ya no hubo nuevas sesiones oficiales registradas ante notario sino hasta el 17 de julio de 1963, cuando apremiados por la inminente construcción del nuevo estadio León, mejor conocido como Nou Camp, los miembros reorganizaron la asociación civil, y admitieron a nuevos socios.
En ese entonces, se acordó que Alfonso Sánchez López fungiría como presidente del Club Social y Deportivo León, mientras que Guillermo Liceaga Díaz Infante sería el secretario. Por su parte, Ramiro Sánchez y Manuel Ortega Barroeta también fueron admitidos como escrutadores.
Pues desde entonces, desde 1963, y hasta el 2017, no se tiene constancia de ninguna otra reunión de los integrantes del Club Social y Deportivo León A. C.
No se reunieron nunca ni para admitir nuevos miembros ni para elegir un nuevo consejo directivo, por lo que hasta 2017, Alfonso Sánchez López se mantuvo como presidente, y Guillermo Liceaga como secretario.
La entrada de Zermeño
El 18 de mayo del 2000, el notario Federico Plascencia Pérez oficializó un texto que Zermeño le presentó como un acta oficial de una asamblea llevada a cabo el 12 de mayo del 2000, y en la que el supuesto presidente del Club Social y Deportivo León A. C., Valente Aguirre, y su secretario, Rubén Rentería López, admiten como nuevos miembros al ingeniero Roberto Zermeño Várgas, sus hijos y sus parientes.
También en esa supuesta acta, se elige al nuevo consejo directivo del León A. C., donde quedan como presidente el ingeniero Roberto Zermeño Várgas, como vicepresidente su hijo Roberto Zermeño Reyes, como secretario Alberto Pantoja de Anda, como Pro-secretario Francisco Mena Cervantes, como tesorero José Zermeño Vargas, como pro-tesorero Alberto Rosales González, y como vocales Alberto Rosales Reyes y César Jacov Zermeño Reyes.
¿Pero por qué fue Zermeño admitido como socio sin la presencia de Alfonso Sánchez López, Guillermo Liceaga o Manuel Ortega Barroeta, quienes eran socios desde 1963 y tenían derecho a voz y voto en el ingreso de nuevos socios? ¿Cuándo fue admitido como socio y después votado como presidente Valente Aguirre? ¿Dónde están las actas de estos eventos?
En realidad, los socios originales argumentan que esas asambleas nunca ocurrieron, por lo que las actas que se le mostraron al notario en mayo del 2000 son falsas. Roberto Zermeño y Valente Aguirre nunca fueron admitidos como socios en una asamblea oficial con todos los miembros de la institución, y por lo tanto nunca pudieron haber sido elegidos como presidentes, por lo que todas las acciones que emprendieron a nombre del León A. C. están infundadas y son ilegales.
Las demandas
Ante la edad avanzada de Alfonso Sánchez López y Guillermo Liceaga, únicos socios sobrevivientes del Club Social y Deportivo León A. C., a principios de septiembre de 2017 realizaron ellos dos, en su carácter de presidente y secretario de la institución, tres asambleas oficiales, en las que depuraron a los socios fallecidos, admitieron 15 nuevos socios y conformaron una nueva Junta Directiva.
En esta nueva Junta Directiva se mantuvo a Alfonso Sánchez López como presidente del León A. C. y a Guillermo Liceaga como secretario, aunque también quedaron Harold Gabriel como vicepresidente, el doctor Primo Quiróz Durán como pro-secretario, Ignacio Rogelio Díaz Torres como tesorero, entre otros.
De inmediato, los nuevos asociados se pusieron manos a la obra, y levantaron dos demandas, una civil y otra penal, por los delitos de falsa representación y falsa documentación cometidos por Roberto Zermeño Vargas, quien se presentó, actuó y sacó beneficios de su puesto como presidente del Club Social y Deportivo León A. C.
Con ambas demandas, los miembros auténticos del León A. C. buscan evitar que el estadio Nou Camp se le entregue a Roberto Zermeño, y que vuelva a ser propiedad del municipio. Sin embargo, no ha sido una tarea fácil, y la lucha sigue en los juzgados.
Alfredo Pérez, socio y representante legal del Club Social y Deportivo León A. C., reveló a Fieramanía que el Juez Tercero de Distrito, a pesar de las pruebas documentales recabadas y presentadas ante él, consideró que los representantes del León A. C. no tenían personalidad en el proceso que le entregó el estadio a Zermeño. Fueron ignorados, y se les negó el derecho de acceso a la justicia.
Esto le fue informado en una carta a Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque no se ha tenido respuesta.
Además, se le notificó al Municipio que se abstuviera de entregar el Nou Camp al Club Social y Deportivo León A. C. debido a que su representación se encontraba en litigio, e inclusive notificaron al gobernador de Gunajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, que si tomaba la decisión de expropiar el estadio, se abstuviera de pagar ningún monto por la misma razón de que la titularidad de la institución es incierta.
Por lo pronto, la demanda sigue su curso. Se prosiguió a una notificación por edictos, y Roberto Zermeño y los involucrados tienen alrededor de un mes para responder a las acusaciones y presentar sus pruebas.
Alfredo Pérez señala que para suspender la entrega del Nou Camp, el juez debe inscribir la demanda en el Registro Público, lo que congelaría cualquier movimiento del inmueble hasta que se resuelva su situación legal.
Para que esto ocurra, ya han solicitado el avalúo del estadio al Municipio, con lo que se podrá crear una fianza y pasar a su inscripción, aunque no hay fecha estimada para que ocurra esto.
Así que entre tanta información, hechos, demandas y conceptos, la realidad es que un grupo de aficionados aún intenta detener a Zermeño, y con pruebas y recursos legales luchan paso a paso en los tribunales para que su voz sea escuchada, y que se detenga la entrega del estadio, misma que ya parecía inminente.
Por lo pronto el tiempo corre, y mientras el Club León juegue fuera del Nou Camp, no habrá otra víctima más que su fiel afición.