Este Club León no se encuentra a sí mismo

04 Nov, 2019
jose juan macias
AS México

El guión era perfecto. El Club León estaba a una victoria de asegurarse la liguilla, asaltar el segundo puesto y encarar sus últimos dos partidos con tranquilidad. Enfrente estaba Morelia, un cuadro que llegaba motivado, en buen momento, pero que a pesar de todo no intimidaba.

Así que el León simplemente debía jugar como el León; apelar a el estilo que Ignacio Ambriz les enseñó, el futbol asociativo, de toque y posesión. Con eso sería suficiente para pasar por encima del Morelia, conseguir la clasificación, y evitar el drama en las dos últimas jornadas.

Pero el León no se encuentra a sí mismo; está perdido, desorientado, y el estilo intrínseco que asimilaron tan bien el torneo pasado, hoy no lo han vuelto a replicar. Dan chispazos, es cierto. Por momentos vuelven a tomar el balón y lo tratan con cariño, lo pasean de un lado a otro hasta encontrar la más mínima rendija. En esos pequeños lapsos el León ilusiona. Cuando Sosa desequilibra, cuando Meneses encara, cuando Macías dispara. Pero luego vienen los errores y todo se viene abajo.

Hoy ya poco queda de aquel León de doce victorias consecutivas al que le sonreían el destino y el azar. Hoy a este León lo domina la “Ley de Murphy”, porque le sale mal todo lo que le puede salir mal. Al final, el sentimiento que nos queda es la incertidumbre de lo que hubiera pasado si las cosas hubieran sido un poco diferentes.

¿Cómo hubiera sido el juego si Macías o Mena hubieran acertado sus dos ocasiones frente al marco? ¿Si el VAR no hubiera rectificado ese penal? ¿Si Jown Cardona no hubiera salido expulsado? ¿Si Ramiro González no se hubiera ido lesionado? ¿Si Campbell y Sosa hubieran sido titulares? ¿Si el “Chapo”, y Mosquera, y Aquino hubieran estado disponibles?

¿Cómo hubiera sido el partido, y todo el torneo, si la suerte hubiera escogido al Club León para ganar, y no para sufrir?

Por lo menos Ignacio Ambriz, y su plantel, y su afición, todos están listos para encarar ese sufrimiento y sobreponerse. En vez de tirar la toalla o eludir los problemas, el equipo unido les ha hecho frente, con la misma idea y la misma misión: jugar bien y ganar.

Lo dijo Ignacio Ambriz en la conferencia posterior al juego: “Mi equipo no puede ganar como sea (...) Tenemos que seguir defendiendo ese estilo, tenemos que seguir proponiendo”.

En base a esa certeza y esa valentía, el Club León está todavía dentro de la pelea por los primeros puestos, y la liguilla solo depende de ellos mismos. Ligan nueve partidos consecutivos sin perder en casa, y la próxima semana recibirán a Toluca, donde ya podrán amarrar el pase y concentrarse en encarar el cierre.

Por ahora, los verdes se aferran a su estilo para sumar puntos, imponerse a las adversidades y soñar con un futuro mejor; un futuro ideal donde Luis Montes y Andrés Mosquera están de vuelta, donde la efectividad de Macías, Sosa, Ramos y Capmbell destruye a todas las defensas contrarias, donde no hay expulsiones, ni lesiones, ni bajas de juego, ni mediocridad, y donde la octava estrella será posible.

Restan menos de ocho semanas para saber si ese futuro se hará realidad, pero por lo pronto, nada nos impide comenzar a soñar...

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