Estamos listos: vamos por la novena

El Club León ligaba cinco partidos sin ganar como local. Tenían ocho partidos sin anotar más de un gol. Sus delanteros no anotaban y sus últimas dos victorias se habían dado gracias a dos autogoles.
Así es como la Fiera llegaba a su duelo con Necaxa. Con una buena cosecha de puntos, pero con una crisis de identidad y estilo que tenía a sus aficionados aletargados, dudosos y decepcionados.
Pero no hizo falta más que una noche de inspiración y gracia para cambiar el sentimiento general y las expectativas. La noche de ayer, más que goles o victorias, los verdes necesitaban devolvernos la ilusión de la victoria y la alegría de cantar un gol, o dos o tres. Y lo lograron.
¿Nos faltan goles? Dávila opina lo contrario. ¿Nos falta explosividad? Navarro es una bomba que explota en todo el campo. ¿Nos falta idea? Dénsela al 25 y qué él ponga el talento. ¿Nos falta seguridad? Mentira, tenemos al 'mejor portero del mundo'. ¿Nos falta identidad? Voltea al mediocampo, Fidel e Iván te callarán la boca.
Es cierto que una victoria no borra de pronto todos los errores y los sufrimientos anteriores. Los mismos defectos siguen ahí, pero hoy la sensación es diferente. Ya no vemos la liguilla como un obstáculo, sino como una oportunidad, una chance para renacer y demostrar que nos crecemos en las grandes citas.
Estamos listos. Ya no podemos arreglar nada, ya sabemos que nos duele, somos los que somos y estamos donde estamos. Confiamos en nuestras armas, por escasas que estas sean, y sabemos que nuestro destino nos pertenece solo a nosotros.
Ahora vendrán dos semanas de paz armada, de fortalecer nuestro ego, de elevar nuestras aspiraciones, y de prepararnos para lo peor pero soñando siempre con lo mejor.
Porque lo que ayer era cinismo, hoy suena plausible: buscar la novena estrella. Esa es la misión, y no nos conformaremos con menos.
Que se preparen todos, porque comienza el matar o morir, y el León recuperó su instinto asesino...