Esta fue la clave de la llegada de Grupo Pachuca a León

Todo se remonta a hace nueve años. Era junio de 2010, y el Club León se reponía del duro golpe que había significado perder la final del Bicentenario 2010 frente al Necaxa. Los hermanos Batarse, entonces dueños de la Fiera, le dieron su confianza a José Luis Salgado para continuar al frente del equipo, y Jared Borgetti era el nuevo referente de los esmeraldas.
Pero entonces comenzó la debacle. Una derrota y un empate en las primeras dos jornadas del Apertura 2010 colmaron la paciencia de los Batarse, que le dieron las gracias a Salgado y apostaron por Sergio Orduña. Pero Orduña resultó ser un fracaso. Dirigió cuatro partidos y los perdió los cuatro, por lo que presentó su renuncia inmediata.
Entonces, y tal vez el punto de inflexión que cambiaría la historia de la Fiera, se dio la famosa fiesta de Lomas de Comanjilla, donde se descubrió a un grupo de jugadores en una reunión con música en vivo y alcohol, justo cuando sumaban un solo punto de quince disputados.
Seguramente esa situación fue la que colmó la paciencia de los Batarse, que removieron no solo a Orduña, sino a toda la estructura deportiva. Apostaron por Víctor Manuel Aguado como nuevo director deportivo y por Luis Carlos de Oliveira “Pintado” como técnico.
Entonces hubo un repunte. Con Pintado el León no volvería a perder en el resto del torneo, y sumaron 24 puntos más, producto de siete victorias y tres empates. Aún así no fue suficiente, y con el empate a unos en la última jornada contra el Irapuato, el sábado 13 de noviembre de 2010 quedaron eliminados de la liguilla.
Al mismo tiempo de la eliminación, la grilla política comenzó a acechar al equipo. El ayuntamiento decía que habían rentado el Nou Camp para que el Unión de Curtidores de Rafa Flores Alcocer jugara ahí, pero el León de los Batarse se resistía a cederlo, pues argumentaban que habían firmado un contrato de exclusividad. Además, a este pleito se le sumaba otro por el manejo del estacionamiento, así como su remodelación y mantenimiento.
Así, con la presión acumulada por el mal paso deportivo y los pleitos con el municipio, los Batarse terminaron por explotar, y comenzaron a aparecer los rumores de venta del equipo. Se rumoraba que había ofertas de empresarios locales para hacerse con la franquicia, pero nadie decía nada concreto.
Por lo menos así fue hasta el jueves 18 de noviembre del 2010, cuando hartos de los rumores y los señalamientos, los Batarse publicaron un violento comunicado en la redes oficiales del club, en el que señalaban al municipio por “incumplir contratos firmados y amenazar con demandas” al equipo.
También tundieron a “los inversionistas de ocasión” y a los medios de comunicación por ser “profetas del caos”. Finalmente, dejaban un enigmático mensaje: “Aquí está la franquicia”, como si invitaran a cualquier interesado a comprar al León.
Fue así como el viernes 19 de noviembre en otro comunicado oficial, los Batarse anunciaron la venta de la franquicia del Club León a Jesús Martínez y Grupo Pachuca, por lo que dejaban la ciudad tras dos años de vaivenes futbolísticos.
En el acuerdo, habrían vendido al equipo en cinco millones de dólares, e incluían una cláusula que aseguraba que Pachuca no podría sacar al León de la ciudad. Además, incluyeron en el trato las cartas de 14 futbolistas que pasarían a ser propiedad de Grupo Pachuca, y donde ya estaba un discreto y efectivo defensor central llamado Ignacio González.
“Nos vamos tristes por un lado, por los resultados deportivos que no se consiguieron, pero contentos por otro, pues sabemos que la gente de Grupo Pachuca es conocedora de futbol y sabemos que la Fiera no pudo quedar en mejores manos”, comentó Jacobo Batarse.
Por su parte, Jesús Martínez Patiño, el nuevo dueño esmeralda, aseguraba una semana después que tenían planeado traer la Universidad del Futbol al Bajío, y que el equipo se quedaría en la ciudad.
"No deben preocuparse, el León se quedará en esa ciudad, y si asciende se queda en León para siempre”, aseguró.
Esta era la tercera vez que Pachuca intentaba hacerse con una franquicia en la ciudad. Antes, y según lo publicado por el periodista Paco Vela para Milenio Diario, habían intentado adquirir al Unión de Curtidores, pero presiones políticas lo impidieron. Después, intentaron comprarle el León a Grupo Pegaso, pero las negociaciones se cayeron en el último momento. Ahora por fin llegaban a León, y comenzaban una historia de ascensos y campeonatos impensables que se mantiene hasta la actualidad.
“Llegó ya el momento para que Guanajuato, para que León se una definitivamente. Tenemos mucha gente que sumar a este proyecto: exjugadores, exdirigentes, patrocinadores, gente de la iniciativa privada, gente del gobierno. Creo que llegó el momento de unirnos entre todos para pensar que en cinco o seis años debemos tener al León en los primeros planos con una gran estructura que quede de por vida y hacer de esta ciudad lo que merece", profetizó Andrés Fassi en su arribo a la ciudad.