El primer paso define el camino

“La primera impresión siempre es la más importante”. Eso dice la sabiduría popular. Parece obvio, porque el primer paso es siempre el que define el camino, y el que dictará el destino final del caminante.
Pues el Club León dio ese primer paso ayer; un paso fuerte, seguro, sin titubeos, sin arriesgar más de lo necesario. Un paso que predice una temporada más de posesiones largas, de toques de balón controlados, de calidad y cantidad, y nunca de vértigo y desesperación.
Así, sin meter las manos al fuego más de lo necesario, el conjunto esmeralda derrotó a los Gallos Blancos del Querétaro por 3 – 1. El León apenas y se ensució las manos. Se dejaron meter un gol anómalo que apenas y alcanzó a preocupar a la grada. Después metieron el acelerador a medias, y aún así les alcanzó para empatar y darle la vuelta al encuentro antes de que terminara la primera parte.
Después el juego fue un trámite. Querétaro metió un par de sustos, pero Ángel Mena y un penal a lo Panenka sellaron el destino del juego. Ambriz incluso debutó a Saúl Zamora, la nueva perla de la cantera esmeralda de 16 años de edad. Todo gracias a unos Gallos inoperantes que apenas y opusieron resistencia.
Al final, el análisis es tendencioso. Poco se puede criticar de una victoria tan contundente, y sin embargo parece que aún hay muchas cosas que deben mejorar. Porque así como en los cuartos de final del torneo pasado frente a Morelia, se nota a kilómetros que a este León le sobra calidad, pero le falta garra y pundonor.
Y es que el estilo y el rumbo están claros desde este primer momento: la apuesta es tener el balón, pasearlo el tiempo que sea necesario, mecerlo de un lado a otro, presentarlo ante el rival, casi como una provocación, así hasta encontrar un hueco, un agujero en las defensas contrarias, por donde pueda explotar la magia.
Así llegaron el primero y el segundo gol, gracias a desbordes derivados de un asedio persistente y repetitivo. El único factor distinto fue Leo Ramos, que trae de nuevo al Bajío los balones aéreos, los desbordes por las bandas y los centros al área. Podrán haber críticas y señalamientos, pero el hecho es que de su cabeza salieron dos jugadas de gol que significaron la victoria.
También se notó la pesadez y la desgana de más de un mes de paro. Hubo movimientos lentos, falta de ritmo y demás. Y a pesar de todo, este León fue efectivo, respondió con goles, y ya ilusiona a una hinchada que sueña con dejar de una vez por todas la fantasía, y hacer realidad un campeonato de una vez por todas.
León ya dio su primera impresión. Ya apuntó su zapato, y ya no tomará ningún desvío. Ignacio Ambriz lo tiene todo claro, sabe cuales serán sus hombres fuertes y cuales sus alternativas. Va por dos torneos en un semestre, y para tal misión no caben las dudas ni las indecisiones.
Así que nos podrá gustar el estilo o no, pero es el rumbo que ha tomado el Club León, y el que llevará a los verdes hasta donde tengan que llegar en esta temporada. No queda nada más. Así que la hinchada tampoco duda, y apunta al mismo camino. Irán paso a paso, campo tras campo, siempre al lado de un equipo que saben que puede ganar o perder, pero que desde ahora y hasta el final de la campaña, nunca, definitivamente nunca dejará de lado las formas.