El partido de la jornada quedó en promesa

Las promesas son engañosas. El propio significado de la palabra implica un contrato verbal entre dos partes, una obligación que supuestamente debe ser llevada a cabo sin contratiempos ni excusas, aunque la realidad es que todos, muchas veces, hemos dejado promesas sin cumplir.
El partido de ayer entre el León y el América prometía, y mucho. En la previa se destacaban ambos planteles, reforzados respecto a su último enfrentamiento en las semifinales del torneo pasado. Habría tipos en la cancha como Luis Montes, Ángel Mena, Nico Benedetti o Giovani Dos Santos. Y además, el estilo de ambos técnicos, tanto Ignacio Ambriz como Miguel Herrera, es ofensivo, de toque, espectacular y de goles.
Pero al igual que todos nosotros alguna vez, el partido rompió su promesa. A pesar del futbol asociativo de los verdes, y a pesar de la gran nómina de los azulcremas, ninguno de los dos equipos pudo marcar, y el encuentro progresó paulatinamente hasta un punto en el que las constantes faltas y las revisiones en el VAR le mataron todo el ritmo al encuentro.
Por lo menos en cuanto a funcionamiento, Ambriz aseguró estar satisfecho por el rendimiento de su equipo. Luego de una semana de incógnita, resolvió el problema de la falta de contenciones al habilitar en ese puesto a Fernando Navarro, que cumplió con una actuación destacada hasta su expulsión, misma que le dejará a su técnico el mismo problema para el próximo partido frente al Monterrey.
Esta adecuación en el medio campo provocó también el recorrido de toda la línea defensiva, donde apareció Yairo Moreno adaptado como lateral izquierdo, y que resolvió sin problemas su debut como defensor.
Así, y a pesar de las adecuaciones a su equipo titular, los esmeraldas se vieron más cerca de llevarse la victoria. La Fiera no ha perdido su futbol de toque y posesión, y siempre generó peligro cuando cruzó el medio campo, aunque en la última línea ni José Juan Macías, ni Ángel Mena, ni Joel Campbell estuvieron finos.
Y solamente en la recta final del encuentro las Águilas tomaron protagonismo, y estuvieron cerca de llevarse el partido con un penal que luego fue anulado por el VAR. Ya con la expulsión de Navarro el América se tiró al frente, pero la defensa verdiblanca cumplió y aguantó los embates.
Así acabó el que se vendió como el duelo de la jornada, con un cero a cero soso y decepcionante. Ambos conjuntos rompieron su promesa de un partido espectacular, y en vez de eso nos dejaron con el peor resultado que existe en el futbol.
Pero seguramente esta historia no terminará aquí, pues todo pinta para que este duelo se repita en la liguilla por el campeonato, y para cuando tenemos la esperanza de que ambos hayan aprendido a cumplir sus promesas.