El nuevo valor de la banca esmeralda

Todos recordamos la final del torneo pasado frente a los Tigres. El Club León llegaba a la última instancia en busca del título que los legitimizara como el mejor equipo del futbol mexicano, pero primero debía superar al conjunto universitario del “Tuca” Ferretti.

Y no solo eso, sino que los verdes se tuvieron que sobreponer a la ausencia de su centro delantero titular, el joven José Juan Macías, que había partido al mundial sub-20 con la selección mexicana; a la lesión de su medio de contención, Iván Rodríguez, que jugó infiltrado; y a la lesión de Ángel Mena, que lo obligó a dejar la cancha a los 30 minutos del partido de vuelta.

Por todas estas razones, Ignacio Ambriz tuvo que recurrir a varios cambios en su alineación titular, y el técnico esmeralda se vio obligado a recurrir a su banca. Sin embargo, en el banquillo del Nou Camp no había nombres de peso que pudieran cambiar la situación.

El día de la final de vuelta, Ambriz tenía como relevos a William Yarbrough, Miguel Herrera Equihua, Iván Ochoa, Jorge Díaz Price, Juan José Calero, Vinicio Angulo y Jean Meneses. De ellos, el único que había tenido continuidad en la temporada era Jean Meneses, mientras que Angulo había sido un cambio habitual. El resto apenas y había tenido minutos en la campaña.

Al final, mientras el tiempo pasaba y Tigres se replegaba cada vez más en su área, Ambriz acudió a Meneses y Vinicio, aunque ninguno de los dos pudo afectar el marcador. Así, el León perdía la final y el campeonato.

Desde ese momento, fue claro para buena parte de la afición esmeralda que si el equipo quería la revancha y si pensaban competir nuevamente ante los mejores equipos del país, se necesitaba una banca más competitiva.

También la directiva pareció entenderlo así, y se puso manos a la obra. Primero, anunciaron las partidos de tipos que no lograron asentarse en el Bajío, como Dilan Zúñiga, Juan José Calero, Walter González y Vinicio Angulo.

Después, comenzaron a llegar los refuerzos. Primero Ismael Sosa y luego Leonardo Ramos como los grandes nombres de este verano, aunque después se les añadirían Jesús Godínez y Jown Cardona.

Así, y apenas un par de meses después de haber caído en la final, el Club León debutaba frente a Pachuca en el estadio Hidalgo, y su banquillo lucía completamente diferente. Estaban William Yarbrough y los juveniles José Hernández, Adrián Vázquez y Jorge Díaz Price, pero se les sumaban Yairo Moreno y Ángel Mena, además de Leonardo Ramos.

Ahora, los relevos lucían nombres imponentes, de jerarquía y calidad probada, y que tienen la capacidad de cambiar un resultado.

De hecho, la diferencia de la banca del Club León del torneo pasado al actual es mucho más notoria si la vemos en cifras.

Según datos de la página especializada Transfermarkt, la banca del cuadro esmeralda en la final de vuelta frente a los Tigres tenía un valor total de 4 millones 600 mil euros, mientras que un par de meses después, en el debut del Apertura 2018 frente a Pachuca, el banquillo de la Fiera ya se cotizaba en 8 millones 300 mil euros, es decir, prácticamente el doble del valor que en la final.

Ahora, solo falta que esta mejora en la plantilla del equipo se refleje en los resultados en la cancha, con la próxima prueba frente a las Chivas en el Nou Camp.