El legado de Joel Campbell

Sí queremos rememorar las grandes actuaciones de Joel Cambpell en el Club León, los dedos de una mano nos sobran para contarlas. Así de cruel puede ser juzgado el paso del costarricense por el Club León.
En total fueron cuatro veces en las que el delantero tico cumplió con las expectativas que la afición esmeralda tenía depositadas en él. Solo cuatro partidos de los ochenta que disputó en total en la Liga MX con los verdes. Un saldo muy bajo para un estrella del futbol mundial, de cartel europeo, con pasos por Arsenal, Real Betis y Olimpiakos. Apenas 360 minutos que dejaron en claro que si salía inspirado era imparable. El problema es que hubo muy poca inspiración.
El primero de estos juegos fue el de la ida de los cuartos de final del Clausura 2019 frente a Tijuana. En ese torneo, el de las 12 victorias, el aporte de Campbell había sido casi testimonial, con solo dos goles y una asistencia durante la temporada regular.
Pero en la primera serie de la liguilla, precisamente en la vuelta de los cuartos de final frente a Xolos, Campbell se soltó y con un doblete le dio a la Fiera el triunfo y el pase a las semifinales.
Tras esto, el siguiente torneo, el Apertura 2019, Campbell desapareció, y en 16 partidos jugados, no marcó un solo gol y solo puso dos asistencias. No fue hasta el Clausura 2020 cuando dio indicios de revivir.
Fue en el duelo de la jornada 9 frente a Juárez FC en la frontera. León llegaba a ese partido en el peor momento posible, pues habían sido eliminados de la Concachampions por el LAFC y habían perdido en la liga frente a Chivas. El escenario era derrotista, y nadie esperaba mucho del costarricense, que no había aparecido antes, y que apuntaba a pasar desapercibido una vez más.
Pero no fue así. Aquella noche Campbell entró al campo al minuto 79', cuando el León empataba a unos, y en solo once minutos tomó el liderazgo ofensivo del equipo, marcó un gol, puso una asistencia y participó en otro tanto para completar el 1 – 4 final en una una exhibición magistral que volvió a ilusionar a la afición y a la directiva.
Pero solo pudo jugar un partido más frente a Pumas antes de que el torneo fuera suspendido por la pandemia. En medio de la pausa, la directiva anunció la compra definitiva de Campbell, sin duda gracias a su rendimiento en el partido frente a Juárez, y con la esperanza de que repitiera actuaciones así en el futuro.
Pero en el Guard1anes 2020 volvió a las andadas. No marcó un gol ni puso una asistencia en todo el torneo ni en la serie de cuartos de final frente a Puebla, pero en las semifinales contra Chivas despertó.
Primero en el duelo de ida puso la asistencia para el único gol esmeralda con una gran jugada en la que despachó a tres defensores del Guadalajara, y después, en la vuelta, él puso el gol que selló la victoria esmeralda y el pase a la final. Pero además del gol y la asistencia, se cansó de desquiciar a los defensores rojiblancos durante toda la serie.
Todo esto terminó con la conmovedora imagen de Campbell bañado en lágrimas, y hablando sobre lo duro que había sido llegar a ese momento.
¡LAS EMOTIVAS LÁGRIMAS DE JOEL CAMPBELL!????????????#LUPenCasa El costarricense no pudo ocultar su emoción por marcar el tanto que le dio al León el pase a la #GranFinalxFOX pic.twitter.com/V20CL7dlGT
— FOX Sports MX (@FOXSportsMX) December 6, 2020
Estas imágenes tuvieron un gran impacto en la afición, que se rindió ante el delantero tico, pero la magia se acabó en esa serie, y en la final la figura sería otra: Emmanuel 'Puma' Gigliotti.
Por su parte, Campbell pasaría el siguiente torneo, el Guard1anes 2021, sin pesar en el marcador, y acabó la temporada con solo con un gol y ninguna asistencia.
Ahora parte a Monterrey y abandona un León que solo disfrutó de su magia en cuatro noches de los dos años y medio que pasó en la ciudad.
El futbol es en muchos aspectos un deporte apreciativo, y en León lo sabemos. Aquí más que en cualquier otro lado, sabemos distinguir las formas, el estilismo, el espectáculo. Por eso nunca faltaron los defensores que esgrimían que Campbell era más que goles y asistencias; que era un dribbling perfecto, una retención de balón envidiable, una calidad de regates inigualable. Era chispazos de magia y calidad que nadie más en el equipo mostraba. Pero solo en cuatro ocasiones esos chispazos pudieron encender el fuego.
Además, hay partes del futbol que son más frías, cuantificables, medibles. Y es ahí donde el costarricense exhibe su peor rostro. Hoy deja el Bajío con siete goles en 80 partidos, un número que pesa sobre él como una losa.
Ojalá que en el norte cambie su historia. Ojalá que se convierta en el jugador que esperaban en Arsenal, en Betis, en León y en todos los equipos que lo tuvieron. Y ojalá que su calidad y elegancia por fin se reflejen en sus números.