El costo del cambio

Este verano, el proyecto del Club León podía parecer como una oportunidad de oro para cualquier técnico sin trabajo: un equipo que no hace mucho fue campeón, con una plantilla competitiva y con el gusto por un futbol atractivo, ofensivo y estilístico.

Seguramente muchos directores técnicos se frotaban las manos para tomar el equipo que había abandonado Ignacio Ambriz, en espera de seguir sus pasos y quizás llevar a otro nivel a la ya de por sí poderosa fiera leonesa.

Pero de todos los candidatos, algunos pocos, y dentro de ellos seguramente Ariel Holan, vieron que el León era también una bomba, porque su afición ya se ha acostumbrado a la excelencia y cualquier paso en falso sería criticado y señalado sin piedad.

Así, por mucho que pueda parecer lógico y hasta entendible que un proyecto en transición como el del Club León caiga derrotado en su primer partido oficial de Liga MX, eso no exentará al nuevo técnico de las críticas y del ambiente hostil con el que deberá arrancar su proceso en México.

Ayer, ante Pachuca, un par de minutos en los que los verdes perdieron la concentración provocaron que todo se derrumbara. Dos goles que cayeron en apenas dos minutos, y sin que hubiera respuesta de los esmeraldas cayó el tercero que condenó la tarde. El cuarto ya fue solo el último clavo para un ataúd que ya estaba enterrado.

En Hidalgo, León tuvo el balón, intentó experimentar, adaptarse al nuevo futbol que pretende Holan, uno que en teoría sería más vertical y trasgresor. Pero hoy ese futbol está muy lejos de llegar, y lo que se vio en el Huracán fue un León chato, tibio, y por demás triste.

Sin embargo, las cualidades que vieron todos los técnicos que fueron considerados para dirigir a la Fiera siguen ahí. El plantel tiene talento y potencial, nombre por nombre es uno de los cuadros más competitivos del país, y aún hoy, después de que hayan sido completamente superados, su techo luce mucho más arriba que el de su rival.

Así que no queda nada más que apresurar la transición, aprovechar el derrumbe de esta tarde en Hidalgo y dejar atrás la derrota. Una caída así de drástica llegó en el arranque de este nuevo proceso, y Holan y sus jugadores deben recordar que tienen todavía 16 fechas para recomponerse y levantarse como la potencia futbolística que son.

Por lo pronto, los verdes se presentarán el próximo sábado contra Xolos en su casa y con su gente. Luego de su desastroso debut, el León deberá volver a apelar al alma y al orgullo para recuperar su fuerza. No esperamos menos.