El compromiso de Ariel Holan
El pasado 25 de junio, semanas antes de que se disputarán el Campeón de Campeones y el inicio de la Liga MX, un grupo de aficionados del Club León pertenecientes a la barra de Los De Arriba interceptó a Ariel Holan para presentarse ante él, otorgarle un reconocimiento y demostrarle el compromiso que tiene la gente de León para con su equipo.
Holan en ese entonces seguía siendo prácticamente un desconocido, famoso por la Sudamericana ganada con Independiente y por el uso de drones y análisis de datos en sus entrenamientos, pero poco más se sabía de su estilo de juego o su filosofía futbolística.
Y quizás consciente de eso, el flamante entrenador esmeralda se comprometió ante su nueva hinchada a montar un equipo ofensivo, en el que lejos de innovar, se adaptaría a la base que ya le había dejado su antecesor, Ignacio Ambriz.
“El compromiso es pasión y que el equipo vaya para adelante jugando bien al futbol. Quédense tranquilos que esa es la identidad que el equipo ya tiene y que yo voy a tratar de reforzar. Nada de ir para atrás, sino siempre para adelante, y bueno, también tratar de cuidar el arco porque es importante, pero siempre con la identidad que tiene el club”, dijo.
El discurso fue un éxito, porque fueron precisamente las palabras que los aficionados esperaban oír, pero llegó el día de su debut oficial como entrenador esmeralda en el Campeón de Campeones frente a Cruz Azul, y lo primero que hizo fue cambiar el parado táctico para implementar una línea de cinco defensores en el fondo, con Iván Rodríguez improvisado como lateral izquierdo.
¿El resultado? Derrota por 2-1. Holan pareció no entender la lección y repitió el mismo parado para el debut en liga frente a Pachuca, donde una nueva derrota, ahora por goleada por 4-0, ya lo obligó a recapacitar.
Entonces debió de haber recordado sus propias palabras, su discurso sobre respetar la identidad del equipo y las bases que ya estaban sentadas, y volvió a la línea de cuatro y a la senda de la victoria, incluidas goleadas por 3-0 contra Mazatlán y Chivas.
Ahí conocimos al León ofensivo que siempre iría para adelante que había prometido, y en ese lapso llevó al club al primer título internacional de su historia.
Luego vino un bache, seis partidos consecutivos sin ganar, pero se recompuso el camino, y justo en el cierre de la temporada regular, Ariel Holan nos volvió a mostrar de lo que su equipo era capaz al golear nuevamente por 3-0 al Necaxa en la víspera de la liguilla.
Ahora, tras haber derrotado a Tigres gracias al impulso desmedido de su afición, y con la final ante Atlas en puerta, quizás sea el momento perfecto para regresar a ese primer discurso, a ese primer acercamiento con los seguidores verdiblancos.
Quizás sea hora de refrendar esas palabras, recordar que su compromiso es la pasión, y que este León, su Club León, siempre irá para adelante, como su identidad se lo exige.
“Voy a dar lo mejor de mí”, finalizó en aquella ocasión, algo que nos deja tranquilos, porque si Holan, y sus jugadores, y la directiva, y los aficionados, todos damos lo mejor de nosotros, entonces no habrá fuerza en el mundo que impida que este domingo le bordemos la novena estrella a nuestro escudo.
