Contra Tuzos vimos la confirmación de un estilo

El partido ya se ha decidido. El Club León ya gana por 3 – 0 en una de sus mejores presentaciones desde hace meses. Con una cátedra de futbol ofensivo y de posesión, el cuadro de Ignacio Ambriz ha hecho desaparecer a los Tuzos del Pachuca.
Corre el minuto 65’, y el juego ya se ha terminado. Por eso ambos técnicos optaron por darle entrada a los jóvenes y sumar los más minutos que se puedan para cumplir la regla de menores. Por eso Eugenio Pizzuto está en el campo, y al chico de 17 años, una de las promesas más importantes del futbol mexicano, le costará el tobillo.
Era una jugada sencilla, efímera, una recepción de trámite en el medio campo, sin presión de parte de ningún jugador esmeralda. Sin embargo la pelota le quedó un poco larga, y al momento de estirarse, su pie de apoyo se le atoró en el campo y le dio un giro de noventa grados.
Esa sola imagen, la del chico con el pie torcido junto a un Luis Montes desencajado, empañó el encuentro casi perfecto que la Fiera desarrolló este sábado en el Nou Camp. Luego de una liguilla decepcionante y un inicio de torneo dubitativo, el León no había podido confirmar su estatus como uno de los mejores equipos del país. Hasta este sábado.
En casa y con su gente, los esmeraldas que derrotaron al Pachuca fueron lo más cercano al León de las 12 victorias que hemos visto en lo que va del torneo. El equipo demostró una vez más que se conocen con los ojos cerrados, que juegan automáticamente, con más alegría que esfuerzo, y que cuando empiezan a tocar el balón no hay nada ni nadie que pueda detenerlos.
Así cayó el primer gol, en una serie de pases en la que Fernando Navarro, Ángel Mena y Leo Ramos construyeron una jugada magnífica que no podía tener otro destino que no fuera la portería.
Pero aún así, el protagonista de la noche y el mejor jugador esmeralda fue el peruano Pedro Aquino, que más de un año y medio después de su contratación, por fin dejó salir al jugador que estuvimos esperando todo este tiempo.
Tiempista, ordenado, batallador y agresivo, Aquino sostuvo el mediocampo con un rigor impresionante. Anuló casi por su cuenta toda la creación de juego de los Tuzos, y su fantasma apareció siempre para atormentar a Rubens Sambueza cada que tomaba el balón.
Y por si esto fuera poco, Pedro enseñó también su buen criterio y su salida controlada. Tras recuperar cada balón, sirvió siempre adecuadamente al compañero mejor ubicado, y la jugada del segundo gol es la prueba última de su estilo de juego, porque no solo le robó la pelota limpiamente a Jonathan Copete, sino que levantó la cabeza y tiró un pase milimétrico para la entrada de Ismael Sosa, lo que derivó en la marcación del penal.
Después, con el 3 – 0 y la victoria asegurada, la Fiera bajó la intensidad y le dio juego a Fidel Ambriz y debutó a Mauricio Isaís para arrancarle la mayor cantidad posible de minutos de menor al cronómetro.
Así repunta nuevamente el Club León. Regresó a su mejor versión; la más ofensiva, vertical y explosiva; y la que no entiende este deporte si no es como un trabajo colectivo. Los verdes recuperaron su estilo, y con ello despertaron una vez más el fuego y la ilusión en el corazón de sus aficionados.
Y ahora irán a Morelia el próximo sábado, y en el aire ya se huele el aroma a venganza…