Así fue la ampliación del Nou Camp en el 86

31 Jan, 2021
Estadio leon ampliacion
Especial

Este lunes primero de febrero, el Club León celebrará 54 años de haber inaugurado oficialmente su casa, el estadio León, donde ha conseguido cuatro títulos de liga.

Pero en vez de hablar del día de su inauguración el miércoles primero de febrero de 1967 con un tremendo partido de talla mundial entre el River Plate de Ermindo Onega y el Santos de Pelé, hoy tocaremos otro tema, el de la ampliación que se realizó en el inmueble para que pudiera albergar el Campeonato Mundial de 1986.

La historia comienza en 1982. En noviembre de ese año, el presidente de Colombia, Belisario Bentacourt, anunció que su país renunciaba a la organización del mundial de 1986, por lo que la FIFA debería de buscar una nueva sede. Entonces, y gracias a la gran amistad del entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Guillermo Cañedo, con el presidente de FIFA, Joao Havelange, el 20 de mayo de 1984, durante un congreso de la FIFA en Estocolmo, se confirmó que México sería la nueva sede del mundial.

Así, de inmediato comenzaron las designaciones de las 12 sedes que albergarían la Copa del Mundo, y por supuesto que León quería ser una de ellas, aunque también el resto de los estadios y ciudades del país.


Caricatura conmemorativa del Nou Camp para el Mundial de 1986

Pero León tenía una carta bajo la manga, porque el presidente del club verdiblanco, don Pedro Pons, era un gran amigo de Guillermo Cañedo, como lo revela el exdirectivo Primo Quiroz Durán, quien se encontraba dentro de la directiva de la Fiera en ese entonces.

“En la Federación Mexicana de Futbol estaba el señor Guillermo Cañedo, presidente organizador desde el mundial del setenta, y tenía una gran amistad con don Pedro Pons, uno de los más importantes directivos de la historia del Club León, y gracias a esas buenas relaciones de don Pedro con el señor Cañedo se dieron las olimpiadas, se dio el mundial de 1970 y también fue clave para 1986”, explica el doctor en exclusiva para Fieramanía.

Así, casi en cuánto México fue confirmado como nueva sede mundialista, León fue elegido como subsede, pero cuando los enviados de la FIFA llegaron al Bajío para analizar el estadio Nou Camp, determinaron que el inmueble necesitaba una ampliación para poder albergar la competición.

Feliz cumpleaños, querido Nou Camp! | Fieramanía

“Fueron las exigencias de la FIFA para tener el cupo necesario para que León fuera considerado como subsede. Esa fue la razón número uno para que se hiciera la ampliación. Y en segundo lugar, se estaba llenando el estadio después de la década de los setentas, que fue muy exitosa para el León, y entonces ya la directiva ya veía la necesidad de ampliarlo, y las zonas que se ampliaron fueron la zona de Sol 5, del lado del López Mateos, y la zona de poniente (Preferente), que ahora está pegada a Plaza Stadium, y donde se amplió el número de palcos”.

En este punto, el columnista de Nación Esmeralda, Arturo Guerra Muñoz, así como Luis Alfonso Mier de Solera Leonesa, precisan que en realidad los palcos de la cabecera Preferente fueron construidos en la década de los setentas, entre las temporadas 1974-75 y la 1975-76, y que para el mundial de 1986 lo que se hizo fueron solo algunas remodelaciones en los palcos, financiadas tanto por los propios dueños como por el club.

Sin embargo, la zona de Preferente sí tuvo que ser remozada con la colocación de plateas que serían ocupadas por la prensa internacional durante el mundial.

De cualquier modo, y con el tiempo encima, la directiva esmeralda se puso manos a la obra e inició de inmediato con la construcción de los nuevos niveles en la Puerta 5.

“En cuanto se dio el aval para que León fuera subsede del mundial, entonces empezaron las obras con el ingeniero Juan Jiménez; más o menos en 1984, cuando León ganó la subsede”.

De acuerdo a un reporte del diario El Informador del 17 de octubre de 1966, un día después de la pre inauguración del Nou Camp frente al Club América, el estadio tenía una capacidad de 28 mil aficionados, mientras que luego de las ampliaciones para el mundial de 1986, el estadio León alcanzó entre 33 mil y 35 mil asistentes, según reportes.

Cuestionado sobre cómo se financió esta ampliación, Primo Quiroz revela que se llevó a cabo gracias a los aportes de la afición a través de la venta de boletos; uno de los motivos por los que el doctor es uno de los principales detractores de la apropiación del ingeniero Roberto Zermeño del inmueble esmeralda.

“Siempre fue la venta de lugares, de palcos y de boletos para los partidos, por eso nadie se puede ostentar como dueño del estadio más que la afición. Al igual que desde un inicio, se hizo de la misma forma, se vendieron lugares para poder hacer la construcción. Siempre los aficionados fueron los que tuvieron la iniciativa y aportaron el capital”.

Al final, el estadio se amplió con éxito y en 1986 albergó los tres partidos de la fase de grupos de la selección francesa de Michel Platini, Jean-Pierre Papin y el 'Ángel Verde', Dominique Rocheteau, quienes se enfrentaron en León a la URSS de Igor Belanov y Rinat Dassaev, además de los combinados de Canadá y Hungría.

Finalmente, en los octavos de final el 'Glorioso' albergó su último duelo mundialista con un espectacular encuentro entre Bélgica y la URSS, que representó el enfrentamiento entre quienes quizás eran los mejores porteros del mundo en ese entonces, Dassaev por la URSS y Jean-Marie Pfaff de Bélgica, y que a pesar de esto terminó con un sorprendente 4 – 3 a favor de los belgas, que alcanzarían las semifinales y el cuarto puesto de la competencia.

Así fue como se incrementó el aforo de la casa esmeralda y el recinto verdiblanco alcanzó la estructura que presume hasta la actualidad.

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