Arriesgamos nuestro patrimonio: Jesús Martínez
Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, defendió las decisiones recientes en sus clubes y recordó que detrás de cada movimiento hay una fuerte inversión personal y familiar.
En el Real Oviedo cambiaron de técnico, cortando el proceso de Veljko Paunović tras lograr el ascenso. Una parte de la afición asturiana lo tomó mal, pues su lugar lo tomó Luis Carrión, quien meses antes había dejado el proyecto botado.
En México las cosas no son muy distintas: Nacho Ambriz regresó al Club León tras haber pedido “perdón” a los directivos para tomar el lugar de Eduardo Berizzo, amigo de Jesús Martínez Patiño.
Por su parte, Guillermo Almada decidió dar un paso al costado tras varios años exitosos en los Tuzos. Su agente, Rafael Monge —mano derecha de Jesús Martínez en todas las contrataciones de Grupo Pachuca—, lo llevó al Real Valladolid.
Su reemplazo fue Jaime Lozano, quien ha recibido críticas por su papel en el Mundial de Clubes y por el pobre funcionamiento del equipo en la Liga MX. Si bien los resultados lo acompañan, el juego no convence a la afición.
En contraste, en Chile las cosas son más complicadas. Everton de Viña del Mar, el club más modesto del grupo, pelea por no descender y ha sido reforzado con descartes de los demás equipos del conglomerado.
“Nosotros no tomamos decisiones para dañar a los equipos. Sería una locura. Primero, por la pasión y el respeto que tenemos a las instituciones, y segundo, porque está mi patrimonio y el de mi familia metido”, expresó Martínez Patiño en España.
El empresario recordó que el Real Oviedo estuvo al borde de la desaparición hace algunos años y pidió a la afición no olvidar los esfuerzos realizados para mantener viva la institución, algo similar a lo ocurrido con León y Everton.
“Yo creo que es el único negocio donde inviertes y te mientan la madre. Hay que saber dónde estás invirtiendo tu patrimonio, y te mientan la madre porque es normal por la pasión”, coincidía hace un año Jesús Martínez Murguía, presidente del Club León.
Hoy por hoy, los proyectos de Grupo Pachuca parecen no apuntar tan alto, a pesar de la millonaria inversión familiar en España, México y Chile. ¿Será cuestión de ajustar algunas piezas o de replantear la estrategia general?
