Algo tenemos que hacer con esos malditos penales

Todo comenzó desde la jornada 1, frente a Pachuca, aunque entonces todavía no podíamos saberlo. Al minuto 79, tras un centro de los Tuzos al área esmeralda, Ramiro González y Miguel Herrera Equihua aplastaron a Erick Aguirre, y el árbitro, Adonai Escobedo, marcó penal para Pachuca. Franco Jara lo convirtió, y acercó a los hidalguenses en el marcador por 1 – 2, y aunque todo pintaba para un cierre vertiginoso, con el Pachuca volcado al frente en busca del empate, al final fueron los verdes los que se llevaron la victoria con un último gol de Leo Ramos para el 1 – 3.
Después vinieron dos partidos sin penales frente a Monterrey y América, pero ante Chivas en la fecha 5, regresaron los errores. Corría el minuto 76, y el León ganaba por 4 – 1 con un pleno dominio sobre el Guadalajara, cuando Ramiro González pelea un balón aéreo con Alan Pulido, lo empuja por detrás y el delantero rojiblanco cae en el área. Jorge Isaac Rojas consulta el VAR y concede la pena máxima para Chivas, misma que significa el 4 – 2 que le devolverá la vida a un equipo que ya estaba completamente derrotado, y que al final se quedó en un 4 – 3 que bien pudo haber sido un empate.
Luego llegó Querétaro, una dura prueba frente al líder general en su campo. León plantaba juego, pero los Gallos no cedían terreno. Finalmente, al 22', Andrés Mosquera intenta rechazar una pelota aérea, pero al caer sus dos piernas trastabillan a Enrique Triverio y tras revisar el VAR, Adonai Escobedo pita el castigo penal. Entonces aparecería la gigante figura de Rodolfo Cota para salvar la meta esmeralda, y para encaminar lo que sería una eventual goleada de la Fiera por 4 – 0.
Pero enseguida vino Santos, y la misma situación se volvió a repetir. Al minuto nueve, Adrián Lozano atrapa un rebote en el área esmeralda y remata a portería, aunque Pedro Aquino se atraviesa y rechaza con la mano. Revisión del VAR y penal en contra de la Fiera pitado por Luis Enrique Santander, lo que le costaría la desventaja, y los pondrá a remar a contracorriente el resto del partido. Al final, el León solo alcanzó el empate a dos, todo por ese penal concedido en los primeros minutos del partido.
Y el colmo de males llegaría este sábado en el “Volcán”. Tres veces César Arturo Ramos pitó penal en contra del Club León. El primero lo detuvo Cota, el segundo lo anuló el VAR, y el tercero fue el empate de los Tigres.
En total fueron seis penales en siete juegos. Todos le han costado el control del partido a la Fiera, ante Santos y Tigres costaron puntos, y milagrosamente, solo ante Querétaro un penal provocó un resurgimiento verdiblanco.
De esta epidemia de penales en contra, hay tipos que han sido por demás señalados. Desde Ramiro González, cuyas desconcentraciones se han pagado caras, pasando por Andrés Mosquera, al que se ha señalado como el máximo provocador de penales del equipo, hasta Pedro Aquino, que es de los jugadores que más amonestaciones se gana de todo el plantel verdiblanco.
Con ellos como principales culpables, el León encara una situación con la que no se había encontrado antes en el pasado reciente. Por ello, las reacciones son diversas, y algunos piden medidas drásticas.
Por ejemplo, Gabriel Preciado, colaborador de Pasados de Verde y MVS Radio, propone a modificar la “Ley Ambriz”, y ampliarla para que castigue sin jugar no solo a los expulsados, sino también a los jugadores que provoquen penales en contra. Nada descabellado.
Al final, y sea cual sea el método, la misión resulta evidente: tenemos que hacer algo para evitar los penales.