Adiós bicampeonato: Réquiem por una época

10 May, 2021
club leon
Goles y Cifras

Una de las pocas certezas que tiene el universo es que todo lo que tiene un comienzo tiene un final. Invariablemente, la rueda del tiempo va haciendo su trabajo, nos desgasta, nos erosiona, tanto física como mentalmente. Y así, el hombre es obligado a vivir y disfrutar sabiendo que al final, sin que pueda hacer nada para evitarlo, todo terminará.

Cuando Ignacio Ambriz llegó a León, todos, o prácticamente todos, pedíamos que ese inevitable final llegara lo más pronto posible. No creímos en él, ni en su figura ni en su discurso. Nos parecía muy poco para León, un técnico mediano, del montón, dueño de la desesperante tibieza de aquellos que no son ni demasiado malos como para condenarlos ni demasiado buenos para destacarlos.

Pero hoy, exactamente dos años, siete meses y 20 días después, agachamos la cabeza al saber que ese momento ha llegado, y que Ignacio Ambriz, el director técnico del mejor equipo del país, ya no lo será más.

Es una despedida triste, fría, desalmada. Ante Toluca, en un repechaje en el que ni siquiera debimos estar, León se derrumbó sobre sí mismo y quedó tendido en el campo, expuesto por unos diablos que desnudaron sus peores defectos.

El León de época, el campeón, el de las doce victorias, agonizó en sus últimos noventa minutos sin dar pelea, sin meter las manos. Aún en sus mejores momentos, al León de Ambriz siempre se le criticó la falta de actitud, de personalidad, de amor propio, y esta no fue la excepción. Carecieron de sangre en las venas y de hambre de victoria, y terminaron eliminados de manera lúgubre, engullidos por un ambiente enrarecido donde la despedida de Ambriz ya estaba confirmada desde hace semanas.

Por lo menos hubo un pequeño momento de tregua. Por lo menos en los minutos finales un Ambriz nos ilusionó, y nos dio la certeza de que no todo está perdido, y que si queremos más pasión y entrega hacia estos colores, serán los niños de la Esmeralda los que los provean, y no las estrellas millonarias que nos fallan irremediablemente en los momentos más importantes.

De esta manera, en un domingo de lluvia suave, sin garra y sin corazón, se despide el mejor León de los últimos años. Fue el epílogo de un equipo de época, el réquiem de quien alguna vez dominó el mundo, y ahora ve su imperio derrumbado.

“Sólo quiero agradecer a la afición que al principio no estaba de acuerdo en que yo viniera. Hoy me da gusto que al final, cuando salí, me aplaudieron y creo que al aficionado no le debo nada. Les agradezco el apoyo que siempre me dieron", se despidió Ambriz en su última conferencia de prensa, que se sintió más como ceremonia de abdicación.

En dos años, siete meses y 20 días, Nacho protagonizó su propia épica con el Club León. En este breve periodo de tiempo, vivió su ascenso, consolidación, gloria y caída, y ahora nos deja a la deriva, con la sensación de que esta muerte prematura empaña sus más grandes gestas. Pero la vida sigue, y debemos mirar hacia adelante.

“Hoy iniciamos una nueva etapa con la enorme ilusión de recuperar esa garra y coraje que siempre deben caracterizar al León”, decía el comunicado oficial del Club León del 18 de septiembre del 2018 en el que oficializaban a Ignacio Ambriz como su nuevo técnico.

“Recuperar esa garra y coraje”. Esa, paradójicamente, seguirá siendo la misión del siguiente entrenador esmeralda.

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