Ojalá no juegue Iván Rodríguez

06 Feb, 2020
ivan rodriguez club leon
Club León

“Es el otro pie. Fue en un entrenamiento, me atoré en el pasto, se me dobló y me tronó el pie. Se me separó un poco la sindesmosis (articulación fibrosa que une huesos separados), y un ligamento se me tronó, y pues realmente fue una lesión que no me la esperaba, pero bueno, he crecido, tanto con la primera como con esta segunda lesión, (y ahora) valoro más el futbol, se ve distinto después de salir de una lesión”.

Estas palabras no son de un veterano futbolista de mil batallas, que ha tenido que superar patadas y empujones a lo largo de toda una vida. Nada más lejos de lo contrario, porque esta declaración es de José Iván Rodríguez, un chico de 24 años de edad que en el mejor momento de su carrera forzó su tobillo en busca de un título que nunca llegó.

Después, de cara a una nueva liguilla y a la esperanza de, ahora sí, alzar un campeonato con el equipo de su vida, se rompió el otro tobillo, y tuvo que soportar el golpe psicológico y la frustración de volver a quedar relegado de la posibilidad de cumplir su sueño.

Ahora está de vuelta, con el alma en llamas y la motivación a tope. Quiere dejar atrás la fragilidad de sus tobillos, y comenzar a escribir una nueva historia en el centro del campo del Club León. Pedro Aquino está suspendido por expulsión, en lo que parece la oportunidad perfecta para que Iván reclame la titularidad que no hace tanto tiempo le perteneció.

“Todo puede pasar. Yo me voy a esforzar al máximo, los minutos que me den serán muy importantes para mí. No te puedo decir para cuantos minutos estoy porque con las ganas, con el ímpetu que traigo, podría jugar todo el partido”, asegura Iván.

Pero antes que el entusiasmo y la ilusión de su jugador, Ignacio Ambriz debe entender que la salud de Iván Rodríguez está primero.

Porque el propio técnico esmeralda permitió que Iván jugara infiltrado la liguilla del Clausura 2019 en busca de conseguir el título, y de todas maneras no fue suficiente y le costó al chico su primera operación.

Después le ocurriría algo similar con Andrés Mosquera en noviembre pasado, cuando en su regreso de una lesión, el central colombiano se rompió los ligamentos de la rodilla y debido a ello se perderá todo el torneo actual, en el que no fue ni siquiera registrado, y no regresará sino hasta el Apertura 2020.

Así que, por más que se trate de un partido importante frente a Monterrey; por más que haya una necesidad de cubrir la contención con un jugador de jerarquía; y por más que el propio Iván asegure que está para jugar de titular, el camino más adecuado parece ser la prudencia.

Iván apenas regresó a entrenar con el primer equipo la semana pasada, tiene tres meses sin jugar un partido oficial de futbol, ni siquiera en la Sub-20, por lo que no ha probado su recién recuperado tobillo en competencia oficial.

Ahora, volvería al ruedo en uno de los partidos más intensos que enfrentará la Fiera en esta temporada, lo que supone un doble riesgo de cara a una posible recaída.

Además, Ambriz tiene opciones. Iván Ochoa está en la banca, y si no juega en una situación como esta, se ve difícil que tenga una nueva oportunidad. O también podría recurrir a Saúl Zamora, contención canterano al que debutó hace un par de partidos, y que tendría el plus de sumar minutos de menor.

De cualquier modo, Ignacio Ambriz tiene la decisión en sus manos. Él deberá ponderar cuanto valen los tres puntos contra el Monterrey, y si merecen la pena de arriesgar a uno de los jugadores más prometedores del plantel verdiblanco. Ya veremos este sábado...

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