No nos conformamos con "una Bava"
La expresión "una baba" es utilizada en el lenguaje mexicano para explicar que es poco, casi nada, lo recibido a cambio, por ejemplo, de un servicio realizado o una venta.
Sentirse de tal manera se asemeja a la inconformidad, al descontento e incluso al coraje; no ser correspondido, casi siempre, ha de provocar sensaciones negativas.
Este torneo, una vez más, el equipo tuvo a su afición detrás. Es cierto que, aunque el futbol ha dejado de ser popular hace mucho tiempo, la ciudad leonesa nunca ha perdido el sentido de pertenencia ni el apoyo incondicional de un pueblo futbolero como muy pocos los hay.
El cambio que ha tenido el Club León en los últimos años ha sido paulatino. Podría señalarse como punto culmine de este padecimiento aquel partido del mundial de clubes que muchos aficionados hemos intentado, sin éxito, olvidar.
Pero es cierto que este torneo ha sido raro, por no decir triste. Los destellos de genialidad de aquel León de la última decada cada vez son menos.
La directiva, con mayor frecuencia, evidencia su mal trabajo en la gestión de cada nueva temporada.
Es fácil señalar lo evidente. Juzgar a los jugadores, al director técnico, a las formas, a la directiva. Es un germen que no detiene nadie y que se propaga incluso en el fútbol femenil y de categorías inferiores.
Yo no me animo a teorizar en un error concreto, sobre todo porque hay situaciones puertas adentro que no se pueden adivinar. Más allá de lo obvio, hay decisiones e intereses que sólo involucran a unos cuantos.
Por otro lado, considero correcta la exigencia. El apoyo que cada aficionado tiene siempre será diferente, y al final, cada uno tiene la decisión de asistir o no al estadio, comprar o no la nueva camiseta, ver o no los partidos por televisión, etc.
El seguidor panza verde es conocedor de su historia, de su mística, de su manera de jugar a la pelota. No se conforma con poco y aplaude el fútbol vistoso, trabajado.
Es necesario, por otro lado, reconocer en el deporte el factor más determinante y fundamental: lo inesperado de los resultados. Las malas rachas existen, aun con una idea de juego inteligente. No siempre se puede ganar, porque enfrente hay otros once que también buscan la victoria.
Sin embargo, esto no justifica la pasividad o la apatía dentro del campo. La falta de decisión, mostrar una actitud de hambre y orgullo o el mal uso de los elementos, han sido algunos de los síntomas de este equipo.
Es quizá por eso que nos sentimos insatisfechos. Porque no nos conformamos con "una Bava".