Fernando Navarro, un aficionado más

El domingo por la tarde, todos los aficionados del Club León terminamos frustrados por el empate a ceros de nuestro equipo en Toluca. Todos atestiguamos con enojo como Ariel Holan se conformaba con el punto, y como dejó en la banca a elementos que le hubieran servido para buscar la victoria.
Por eso, en cuanto finalizó el partido, todos acudimos a redes sociales para desahogarnos. Hubo análisis, críticas, insultos, opiniones encontradas, prácticamente lo mismo de cada partido. Pero de entre toda la marea de comentarios y posts en el océano de las redes sociales, un emoji fue el que desató la tormenta.
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— Fernando Navarro (@5FerNavarro) October 31, 2021
Todo porque Fernando Navarro es un aficionado más, y así como miles de seguidores vimos con frustración el juego en el televisor, así mismo lo vio Navarro pero desde el banquillo, y así como nosotros acudimos a las redes sociales para expresar nuestras sensaciones, así lo hizo también él.
Y en realidad no debería de sorprendernos. Es uno de los capitanes del equipo y uno de los líderes del vestidor. El lateral derecho/volante/mediapunta quería jugar, tan simple como eso. “Queremos ayudar porque nos hierve la sangre por jugar”, explicó.
Todos lo que no juegan que tienen hasta poquito espíritu competitivo están descontentos cuando no juegan, porque queremos ayudar porque nos hierve la sangre por jugar.
— Fernando Navarro (@5FerNavarro) November 1, 2021
No te vueles la cabeza amigo pasa en todos los equipos del mundo, es normal!
Es comprensible. Como él mismo dijo, tenía más de seis meses sin jugar, y ahora que está de vuelta quiere comerse al mundo. Así lo demostró en su regreso ante Pumas. En apenas 28 minutos revolucionó al equipo, mostró su hambre y su voluntad, y emocionó a la afición en la grada.
Pero desde entonces, jugó solo cuatro minutos en Puebla, y ante Toluca se quedó en la banca. Es por eso que la misma frustración que sentimos los hinchas el domingo debió de haberlo inundado a él, incapaz de ayudar a su equipo pese a sus ganas y su espíritu competitivo.
Al final, Fernando Navarro es un parte del equipo, y el asunto, si es que merece la pena, se manejará a la interna. Pero la principal lección de este episodio es la confirmación de que además de futbolista profesional, Navarro es un aficionado más, como cualquiera de nosotros, que se emociona, se enoja, se inspira y se apasiona con la actualidad de su equipo, y que así como cualquiera de nosotros, lo expresa en sus redes sociales y donde le venga en gana. No era para menos.