Meneses, el nuevo 'Chapo'

24 Feb, 2020
meneses montes
Club León

A medida que hemos presenciado la aparición de la forma más moderna del fútbol, también hemos atestiguado la revaloración del mediocentro posicional, cinco o contención, para aclararnos. A quien deba ser el vórtice del equipo se le considera ahora que no debe estar, como mínimo, exento de técnica y táctica suficiente para conectar correctamente con sus compañeros tras la recuperación u ofrecerles opciones de pase en fase de ataque.

Como en el caso de los laterales, es difícil encontrar elementos que hagan ambas cosas de forma destacada, en este caso recuperar y organizar. A máximo nivel podemos mencionar a Xabi Alonso y Sergio Busquets, aunque más adaptable a distintos escenarios el primero. En la Liga MX, distintas figuras han ido tirando de virtudes con balón. Guido Rodríguez de movimientos verticales, Guido Pizarro de apoyos interiores o Luis Montes por su capacidad de atravesar líneas por regate pase.

Precisamente el último ejemplo es el que nos ocupa hoy en su parangón con la ya reconocida como última sensación del Club León, Jean Meneses. Luis Montes basa su fútbol en la capacidad de regatear en espacios muy cortos, girando y escondiendo el balón para eliminar rivales y crear espacios. Pero es ante todo un jugador técnico para el pase largo y el disparo.

Fue Luis Fernando Tena quien apostó definitivamente en 2016 por sacar a Montes de la banda de donde iniciaba sus recorridos hacia adentro en zona de tres cuartos de cancha, para fijarlo en la posición del mediocentro del equipo, como absoluto conductor de la salida de La Fiera, el 'Chapo' pasaba a ser el 'Pirlo' esmeralda. Su visión y pase lo acercaban a los centrales y principalmente en Copa MX fungió como organizador total, pleno y derecho.

No puede decirse que el movimiento haya tenido éxito y el principal problema fue que al diez verdiblanco le pilló con treinta años la necesidad de aprender y asimilar muchos conceptos. Más que el plano táctico y posicional, el problema fue que la posición ya era contracultural con la esencia de su fútbol. La responsabilidad chocaba con su libertad.

La necesidad de regatear y dar un pase maravilloso por partido dio buenos momentos al equipo, pero más problemas porque Luis hacía siempre una de más. Un toque de más en la necesidad de disfrutarse y gustarse impidió ver a dos jugadores iguales en la selección mexicana, a Andrés Guardado del fútbol europeo y a Luis Montes del mexicano. Fue como Ribery, que no pudo ser el falso nueve de Guardiola porque su espíritu libre lo impedía.

En cambio, a Jean Meneses quien le ha visto definitivamente las cualidades para ser la pieza clave de un fútbol de posesión y asociación ha sido Nacho Ambriz. El cambió ha pillado a Meneses como jugador de banda, como a Montes, pero cinco años menor que al mexicano en su momento. Los resultados están siendo tremendos pese a que el reconocimiento le ha venido al chileno por su espectacular rendimiento como extremo izquierdo.

Meneses es un jugador que usa indistintamente la zurda o diestra para golpear la pelota, rápido, técnico y con remate. Sumado a eso tiene capacidad de desborde. Técnicamente tiene las capacidades para beber balón directamente de los centrales. Físicamente, sin ser un destructor nato, tiene el desgaste continuo para recuperar la posesión. Y con Ambriz ha desarrollado rápidamente el IQ necesario para organizar una salida y tras ello, ser la opción del segundo pase sin que ello suponga un riesgo alto para su equipo.

Quedan cosas por pulir, por ejemplo, las recepciones de pases que vienen directamente de Cota, el guardameta. Conceptos que trae la experiencia. Pero ya es un futbolista global, que ante Necaxa pasaba de organizar y recuperar a desbordar y anotar según la fase del juego. Un electrón libre que plantea muchas preguntas al rival y que puede terminar destacando en la historia esmeralda. Pero que con cinco años menos que Luis Montes, quizá termine destacando en un nivel más alto.

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