Los defectos de la Fiera

El León logró llevarse los tres puntos ante el Querétaro en un encuentro que mostró una vez más que la capacidad de su plantilla y modelo de juego están por encima de la media del fútbol mexicano, pero que también tiene defectos muy marcados a través de los cuáles su rival puede hacerle daño. El encuentro fue entonces, un epicentro de contradicciones.
Planteamientos iniciales
Ignacio Ambriz envió al campo su a estas alturas definitivo 4-4-2, de dos centrales, dos laterales ofensivos, Pedro Aquino como mediocentro posicional (contención) y Luis Montes completando el doble cinco, pero libre; Ramírez y Mena por las bandas por derecha e izquierda respectivamente y Nicolás Sosa junto a Gigliotti formando el doble nueve.
El estratega esmeralda ordenó el plan habitual si bien con un punto más de prudencia: la salida con los centrales fue todavía más pausada, con apoyos de Aquino para intentar progresar y encontrar por dentro una opción de pase en Luis Montes, Fernando Navarro o Nicolás Sosa a partir de la cuál poder elaborar un ataque en campo contrario.
Por su parte, Alex Diego planteó a sus dirigidos también con un 4-4-2 pero de propuesta radicalmente distinta. Por ello planteó dos líneas tradicionales de cuatro jugadores y dos delanteros que, sin balón esperaban en campo propio los ataques esmeraldas. Si bien la doble punta incomodaba la zona de gestación rival, eran los centrocampistas y los centrales los encargados de saltar a impedir recepciones verdiblancas.
Extremos y laterales se encargaban de encerrar las bandas cuando recibían con mucha altura mientras el mediocampo compensaba dichos movimientos. Al contragolpe, Los Gallos tiraban de verticalidad, pero sin conducciones por dentro: la idea era salir con algún hombre de banda y que en dos o tres pases se encontrara un jugador en posición de centrar la pelota para buscar un remate de dos elementos que llegar a pisar el área de Cota.
Desarrollo del partido
La Fiera comenzó con Tesillo y Barreiro siendo muy prudentes en la salida del balón, sin pena de acumular pases entre ellos y el apoyo de Yairo, Aquino o Montes. A las dos líneas defensivas de los locales les interesó que no hubiera recepciones en carril central y así originaron pérdidas que después fueron contragolpes de peligro ante un Club León que incluso llegaba a quedarse con un sólo central en ciertas fases de juego.
Entonces la visita logró hacer llegar el balón con cierta altura a la banda izquierda, a El Avión Ramírez y las caídas de Gigliotti, lo que tuvo dos consecuencias: que Montes recibiera no de espaldas, si no un pase lateral al interior y que la defensa queretana se girara a su derecha y dejara libre a Mena. Fruto de ello nació el primer gol de un Mena libre pero que tampoco perdió un segundo en aprovechar un gran pase más de Luis Montes.
A partir del gol, Ambriz fue el primero en mover ficha y acercó al 10 leonés a los centrales para encargarse dar pases largos al espacio buscando desequilibrar verticalmente al rival. Entonces, en la segunda parte, respondió Alex Diego subiendo las líneas de su equipo con una presión alta comandada por Kevin Ramírez y Montes que tuvo como consecuencia encontrar por fin un centro con sus dos jugadores dentro del área para convertir el empate.
A partir de ahí, y tras encontrar el Querétaro FC el segundo gol, el cuadro panza verde desarrollo su fútbol con toda intención, pero aprovechando que el XI inicial le daba la oportunidad de tener ya dos delanteros rematadores para cargar el área, circunstancia que no fue desaprovechada y sí se convirtió en un recurso más para dar la vuelta al marcador y sellar una victoria de conclusiones positivas.