Lo verdaderamente imperdonable

07 Nov, 2024
Club León
Club León

León está al borde del abismo. Se sostiene apenas, pero ya no depende de sí mismo para sobrevivir, sino de la ayuda externa que algún buen samaritano se permita regalarle. ¿Pero cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo fue que nuestro destino acabó en manos de cementeros y rayos?

La respuesta no está en los cambios de entrenador, las lesiones o las decisiones arbitrales, pues el único culpable de que el León no esté al menos en puestos de play-in es el propio Club León y su falta de voluntad.

¿Qué otra lectura podemos darle a un equipo que falló dos penales en un partido decisivo en el que se jugaban la clasificación? A pesar de lo simplista del diagnóstico, este no solo se sostiene por la incapacidad de marcar ante Mazatlán, sino también por lo ocurrido hace dos semanas, cuando los verdes se vieron sumisos y timoratos ante el Atlas, su rival directo por el play-in y a quienes respetaron durante 90 minutos hasta que la premura del tiempo agregado los obligó a ir al frente, ya sin tiempo para alcanzar el triunfo.

Por este tipo de partidos en los que la Fiera no quiso ganar, el equipo está al borde de una eliminación. Y en este contexto, luego de ver la insulsa demostración ante los Cañoneros, el tímido planteamiento ante Atlas, e incluso sumándole el empate ante Toluca luego de dejar ir una ventaja por 2-0, vale la pena preguntarnos: ¿Qué tanto merecemos clasificar?

No es broma. Si los resultados se combinan y León alcanza a meterse al play-in, lo haría con 21 puntos, producto de cuatro victorias, nueve empates y cuatro derrotas. Así es, la Fiera buscaría el título luego de haber ganado apenas cuatro partidos de los 17 de la temporada.

Y si a eso sumamos la incapacidad mostrada ante los mejores equipos del torneo, como Cruz Azul, Toluca, Tigres o Pumas, las dudas sobre el posible papel de los esmeraldas en la postemporada se acrecentan.

Porque a pesar del claro repunte de la mano de Eduardo Berizzo, y pese al buen rendimiento mostrado por Jhonder Cádiz, Luciano Cabral, Diego Hernández o Steven Mendoza, tal parece que no será suficiente para rescatar este temporada, y la sensación es que a la hora de los partidos importantes, en los que se jugaban su futuro y en los que además estaban arropados por su gente, ninguno logró dar el paso al frente para echarse el equipo al hombro y llevarlo hacia la liguilla.

Al final, el futbol no es de merecimientos. Si León clasifica con 21 puntos y cuatro partidos ganados en la temporada, no solo será por culpa de su propia timidez, sino también por el mediocre sistema de la Liga MX que permite que estos escenarios sean posibles.

Sin embargo, y pase lo que pase, hoy la sensación es que al equipo le faltó coraje y voluntad. Aunque la Fiera logre la hazaña y se meta milagrosamente al play-in, no llegará con el empuje propio de haber salido de los últimos puestos a fuerza de golpes y empujones hasta alcanzar la clasificación, sino que lo hará con el sentimiento de que tanto drama era innecesario y que en varios momentos faltaron las ganas de ganar. Y eso, para los tipos que llevan el escudo verdiblanco en el pecho, es imperdonable.

Últimas noticias

ver más