Les hace falta barrio

02 Sep, 2019
club leon tigres
Telemundo Deportes

La mejor escuela de formación para un futbolista, es el barrio. Ahí el carácter se termina de formar, el respeto se gana día con día, los tobillos se vuelven de acero por tanta patada, en las rodillas se forman callos por las caídas en la tierra o el concreto, pero por sobre todas las cosas, te vuelve competitivo.

Las rivalidades crecen tan rápido entre una cuadra y otra, entre negocios, colegios y colonias, como la espuma de la cebadina. Y se derrama tan fácil, tan a la menor provocación, como ir caminando por el mercado y escuchar: “la semana pasada le ganamos la final a los de la Barcelona…”

La sangre empieza a hervir, un dolor en la panza recorre desde lo más profundo de las entrañas y sube hasta la cabeza. Las orejas se ponen tan calientes que te obliga a rascarte la nuca de la desesperación. Hay partidos que es mejor empatarlos que perderlos. Así le pasa al León con los Tigres.

Desde antes que León perdiera la final con los norteños, este partido ya comenzaba a verse como los de las colonias populares de “cuadra contra cuadra”. Auténticas guerras civiles. Y Tigres sigue mandando en la colonia Liga Mx.

Pero un empate no siempre es malo, sobre todo si el partido fue en cancha ajena y tenemos que reconocerlo, los del Tuca fallaron un penal, perdieron jugadas de frente a Rodolfo Cota y dominaron la mayor parte del juego. La Fiera pudo haberse traído una derrota amplia.

Lo que si debe preocupar es que, a la hora de defender, los chavos de Nacho Ambríz siguen dejando sus responsabilidades de lado: otra vez Pedro Aquino se le vio fuera de ritmo y en una llegada tarde, le pega tremenda patada al jugador de Tigres. Por menos que eso en la colonia se armaban las campales, te sacaban del partido, o te ganabas un buen apodo como el “Pata de Mula”, el “Mata Juanetes” o algo así.

Pero no es el único, también están las desatenciones de Mosquera y sus penales, la cantidad de balones que pierde Montes; Meneses que aparece en la alineación, pero no en los partidos fuertes, Sosa que trae ganas, pero no futbol, Macías que le falta fuerza para retener el balón y Tesillo, que sigue sin saber si es él quien debe salir a cubrir la espalda del contención…

Todos esos conceptos básicos se aprenden –o se aprendían- en el barrio, en el llano.

En los partidos de cuadra contra cuadra, sabes perfectamente quien la mueve, el que le pega de punta y saca sus cañonazos, el cochino que siempre lleva los codos arriba y el dueño del balón que siempre juega, aunque no sepa. Se sabe, y León sabe qué equipo y el tipo de jugadores que le hacen daño, el problema es que siga sucediendo.

Mejor el que escupa primero gana.

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