León y las fiestas patrias: hay prioridades

15 Sep, 2022
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Club León

En parte como casualidad del destino, pero más por los caprichos de un calendario armado al vapor y sobrecargado de partidos, el Club León deberá celebrar su partido de la fecha 16 ante el Cruz Azul en pleno 15 de septiembre; es decir, justo en la víspera de las fiestas patrias por el 210 aniversario del comienzo de la guerra de independencia.

Es por eso que ataviados con trenzas y bigotes postizos, y a la espera del pozole y las enchiladas, todavía nos enfundaremos en el jersey esmeralda de la Fiera para alentar a los verdes en su persecución por los puestos de repechaje.

Porque sí, puede ser 15 de septiembre, la noche más mexicana del año, pero hay prioridades, y en León lo tenemos claro.

Esto quedó demostrado en la recordada última visita de la selección nacional a León en 2012, cuando la hinchada esmeralda despidió a los que serían los próximos campeones olímpicos entre abucheos e insultos por atreverse a enfrentar al único equipo que cabe en sus corazones.

En realidad, esta es una consecuencia de la centralización de la selección mexicana, que juega la gran mayoría de sus partidos como local en el estadio Azteca en la Ciudad de México. Obviamente ahí, en la zona metropolitana de la CDMX, es donde el combinado nacional ha generado más arraigo, mientras que en el interior del país, en plazas que visita apenas esporádicamente, su arrastre, como es de esperarse, es mucho menor.

Es por eso que no resulta extraño que una selección que visita tu ciudad cada ciertas décadas sea visto con hostilidad cuando juega contra el equipo que sigues semana a semana, y cuya afición trasciende el tiempo y las generaciones.

En León, particularmente, este efecto es mucho más notorio. Con una institución tradicional, ganadora y orgullosa, y sin un rival citadino que divida a la población, prácticamente toda la ciudad vive volcada hacia su equipo de futbol. El Club León, para bien o para mal, se ha convertido en un símbolo de identidad para cientos de miles de personas que lo han seguido a través de los años desde los ojos de sus abuelos y sus padres.

Hoy, gracias al fenómeno migratorio, la afición por la Fiera llega hasta los Estados Unidos, aunque quizás allá sí haya espacio para el fanatismo hacia la selección, porque paradójicamente, en la Unión Americana reciben más seguido a la al combinado tricolor que en León.

De cualquier modo, el arraigo leonés y guanajuatense parece ser mucho más fuerte que la identidad nacional, que si bien existe, no deja de estar por detrás del orgullo local.

Así que está noche, cuando se conmemoren 210 años del inicio de la lucha para que México se librara del yugo español, en el Bajío estaremos más atentos al televisor pendientes de un mísero partido de futbol, y quizás un grito de gol sonará más fuerte que el de cualquier independencia...

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