Las renuncias de Ariel Holan
La presión del futbol es incesante. Las aficiones, directivas y los medios exigen la victoria siempre; y aunque esa petición es imposible de lograr, es siempre el objetivo marcado. Por eso, cuando las cosas no marchan y sumas dos derrotas consecutivas por 3-0, la presión se triplica.
El sábado pasado en el estadio Nou Camp, un grito volvió a sacudir las gradas: “Fuera Holan”, vociferó la afición esmeralda, luego de la segunda goleada en contra en una sola semana. Pero Holan aguantó.
“Ahora me tengo que focalizar en el jueves y ver si poniendo toda nuestra energía, nuestra inteligencia, podemos revertir el resultado”, dijo después del juego, sin dar ningún indicio de una posible renuncia.
Pero el domingo estalló la bomba. Diversos periodistas del medio local comenzaron a informar que Ariel Holan había presentado su renuncia a Jesús Martínez y la directiva esmeralda, pero estos no se la habían aceptado.
Al final, la presión terminó por romper a Holan y quiso dimitir, un gesto que fue alabado por algunos por la caballerosidad de reconocer sus errores y renunciar al finiquito; pero que fue criticado por otros por intentar dejar el barco a la deriva en medio de una eliminatoria abierta, o por no dar un paso al costado de manera irrevocable.
Sea como sea, la situación no es nueva para el técnico argentino, que incluso ya ha renunciado a tres proyectos en el pasado en medio de malos resultados y una pésima relación con sus hinchadas.
La última ocasión fue en el Santos de Brasil, su último equipo antes del León, y donde Holan dirigió apenas 12 partidos, en los que sumó cuatro victorias, tres empates y cinco derrotas.
Entonces, sumido en una crisis en el campeonato paulista y con pocas chances en Libertadores, con muchos jugadores vendidos o lesionados, y con la presión de una 'torcida' que pintó su estadio, apedreó el camión del equipo y prendió cohetones en el departamento de Holan, el entrenador decidió que era momento de decir adiós, y dejó al Santos solo unos días antes de enfrentar a Boca Juniors por la Libertadores.
Antes, ya había intentado dimitir de Independiente de Avellaneda el 20 de diciembre del 2017, apenas una semana después de haber ganado la Copa Sudamericana, cuando tuvo que hacerse a un lado por las amenazas de la barra brava y su líder, Pablo 'Bebote' Álvarez, quien se metió en el vehículo y lo amenazó con una represalia si no le entregaba 50 mil dólares que dijo necesitar para pagarse el viaje al Mundial de Rusia 2018.
"Es inconcebible que el DT y su familia tengan que movilizarse con custodia policial. Es una situación que no estoy dispuesto a tolerar ni a convivir con ella", dijo en una carta dirigida a los hinchas argentinos con la que explicaba su decisión.
Finalmente, tres días después la directiva logró convencer a Holan de quedarse, prometiéndole que se llevaría a cabo un operativo de seguridad para que pudiera moverse en el día a día lo más libremente posible. Así, Holan se quedaría un año y medio más, pero ya no podría volver a levantar títulos y finalmente se iría despedido del Rojo en mayo del 2019.
Pero por si fuera poco, en noviembre del 2016 Ariel Holan ya había renunciado de Defensa y Justicia, aunque en esta ocasión lo hizo motivado únicamente por los malos resultados, pues luego de una brillante campaña en la que metió al equipo a la Copa Sudamericana, en el segundo semestre del 2016 su futbol ya no funcionó, y en sus últimos diez partidos dirigidos en la liga argentina, solo pudo vencer en una ocasión, sumando cinco empates y cuatro derrotas.
Ahora, Holan volvió a sucumbir ante la presión de una afición resentida y la falta de resultados. Las dos derrotas por 3-0 vinieron a desmaquillar a un equipo que a pesar de las victorias, ya era criticado por su accionar en el campo de juego, donde ha logrado mantener la posesión de la pelota pero sin poder transformar ese dominio en goles y triunfos.
Por lo pronto, León enfrentará a Seattle Sounders en casa el próximo jueves con el ánimo por los suelos, con la certeza de que su técnico quiso abandonarlos en medio del naufragio, y con las nulas esperanzas de darle vuelta a una eliminatoria que ya parece estar definida.
