Las claves tácticas del Puebla vs León

26 Nov, 2020
leon puebla
Goles y Cifras

Las liguillas de la Liga MX son fruto de un sistema de competición extraño, pensado incluso para otro tipo de deporte y con fines más enfocados en el aspecto lucrativo. Y como tal, los partidos que la componen son terreno de lo impensado. El Club León afrontó la ida ante la franja poblana como favorito indiscutido, aunque la dinámica de lo impensado se mostró un vez más cuando lo que cosecharon los esmeraldas fue una derrota que complica, de momento, su pase a semifinales.

Es difícil determinar si el cuadro leonés salió al 100% para el encuentro, pero del Club Puebla hay seguridad que lo hizo al 200%. Con una mezcla de ilusión y motivación que los hizo salir con intensidad física que se tradujo en dos cosas claves para la primera mitad: un gol de vestidor e intensidad en la presión individual que requería el plan de Reynoso.

Los locales salieron con un 4-4-2 que mutaba bastante de acuerdo a la fase del partido. En fase intermedia de presión, era un 4-2-3-1. En ataque se transformaba en un 4-3-3. Y en la interesante fase defensiva el 4-4-2 de líneas juntas se transformaba en un 5-3-2 gracias a que el extremo izquierdo, Omar Fernández, retrocedía para colocarse como lateral por dicho sector, permitiendo a Ángulo componer como tercer central.

Los de Ambriz por su parte, salieron con el habitual 4-4-1-1, con la diferencia de que Ambriz recompuso la defensa con la inclusión de Mosquera como central izquierdo, lo que recorrió a William Tesillo al lateral siniestro, lo que sumado a la baja de Aquino y su remplazo por Iván Rodríguez, suponían las principales novedades en la alineación habitual del líder del torneo.

Sin embargo, dichos cambios repercutieron  en que la distancia entre Mosquera y Barreiro, central derecho, nunca fue corregida  e Iván Rodríguez nunca llegó para cerrar entre centrales. Por ahí se coló Fernández para el 1-0, en una jugada donde los blancos hicieron gala de la ocupación del carril central y la libertad que así consiguieron para su extremo y donde Ángulo logró con su desdoble que Barreiro dudara si tapar el pase o el disparo.

La Fiera entonces tardó en entrar en calor, porque entonces Puebla ensució la fase donde toman confianza los verdes, presionaron la salida de balón y luego ensuciaron la medular, impidiendo encontrar a Luis Montes con tiempo y espacio para dirigir. Y si aún así lograban avanzar y jugar con los hombres que ganaran altura, los locales pegaban carreras muy largas para presionar las recepciones e impedir giros y combinaciones.

Sin embargo los de Ambriz parecían haber resuelto el problema de asentarse en el campo cuando un nuevo contragolpe volvió a prosperar por la pasividad de Stiven y el espacio entre éste y el otro central. El autogol de Mosquera no desesperó al líder, que siguió picando piedra con posesión hasta que los primeros huecos tácticos y de concentración aparecieron. Así llegó un gran ocasión de Navarro y el penal de Mena que significó a la postre el dos a uno definitivo.

En la segunda mitad, entre que el Club León entendió por fin que debía acelerar la velocidad con la que la pelota iba de lado a lado y a que Ambriz intentó todo, desde poner a Navarro de mediocentro hasta el ingreso de hombres de ataque, el resultado solamente se explicó desde la gran actuación de Vikonis y los fantasmas del subcampeonato, que nuevamente perjudicaron a la hora de la verdad en los remates verdiblancos.

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