La última bala
Ya solo queda una última bala en la recámara. De los seis disparos que tenía el revolver, ya se han gastado cinco, y el sexto es la última esperanza que le queda al Club León para pensar en conseguir el octavo campeonato de su historia.
Y es que el Apertura 2019 que está por comenzar será la oportunidad perfecta para que el cuadro esmeralda pueda imponerse a los otros 18 equipos de la liga, ya que contarán con las condiciones ideales para competir al máximo nivel y hacerse, ahora sí, con el título.
Porque el gran plantel que ha armado la directiva verdiblanca, reforzado con nombres importantes como Leonardo Ramos o Ismael Sosa, tiene fecha de caducidad de seis meses, dictada principalmente por dos factores: la partida de uno de sus elementos más importantes, José Juan Macías, y una característica que no había vivido el Club León desde hace cuatro años, que es la de disputar una sola competencia.
De entrada, la partida de Macías en diciembre parece ser ya una realidad. En este verano, y a pesar de que todavía le restan seis meses a su préstamo, el tema ya se convirtió en uno de los más polémicos del medio nacional.
Mientras en Guadalajara tanto José Luis Higuera como Mariano Valera se cansaron de decir que no aceptarían truques de jugadores ni nada que no fueran los 15 millones de dólares de la clausula de compra de Macías, desde Grupo Pachuca tanto Andrés Fassi como Rodrigo Fernández y Marco Garcés, todos señalaron lo desorbitante de la cifra, y aunque no la descartaron por completo, sí dejaron ver que es muy complicado que el León haga válida la opción de compra.
Esto quiere decir que los verdes solo tienen la certeza de que contarán con Macías para este Apertura 2019, por lo que solo queda este torneo para explotarlo al máximo y aprovecharlo para buscar el título.
Y es que a pesar de que se trata solo de un jugador, la realidad es que el ataque esmeralda depende en demasía de la movilidad y la calidad de su joven promesa; un delantero moderno, capaz de jugar en todos los rincones del área, y cuya ausencia demostró ser insalvable en la liguilla, justo cuando más se le necesitó.
Y sumado a la pérdida de Macías, y tal vez más importante, está el hecho de que en este Apertura 2019, el Club León no jugará ninguna otra competencia que no sea la Liga MX.
Tras llegar a la final y clasificarse a la Concachampions, los esmeraldas no podrán competir en la Copa MX, mientras que el torneo internacional no comenzará hasta el próximo año. Así, la Fiera se quedará este semestre única y exclusivamente con la liga, aunque no serán los únicos, pues Tigres, América y Cruz Azul se encuentran en su misma situación.
La última vez que el León pudo jugar una sola competencia en un semestre fue hace cuatro años y medio, en el Clausura 2015, cuando al ser eliminados de la Concachampions 2014-15 en su primera fase, se quedaron solamente con la liga.
En aquella ocasión, el club vivía una etapa de transición, Gustavo Matosas se había ido al América y Juan Antonio Pizzi llegaba a tomar las riendas de los esmeraldas. Pero le costó la adaptación al balompié mexicano, y no pudo aprovechar el hecho de jugar solo la liga. Al final, los verdes terminaron esa campaña con 16 puntos, y en el penúltimo lugar de la tabla general.
Pero ahora la situación es diferente. El proyecto de Ignacio Ambriz llega a su etapa de maduración, y sin Copa MX ni Concachampions, la apuesta por la liga es inminente. Ya no habrá sobrecargas de trabajo ni lesiones de media semana. Ahora el León se jugará la vida cada fin de semana, sin nada más que los distraiga o les robe la atención.
Por eso este Apertura 2019 es la última bala que le queda al León para buscar el título. En el futuro cercano, se ve muy complicado que vuelvan a tener una oportunidad como esta. La bala está cargada y el objetivo está en la mira. Ya solo queda jalar el gatillo y esperar que el objetivo caiga.