La salida de balón esmeralda

21 Nov, 2020
club leon
Goles y Cifras

El Club León de Nacho Ambriz ha realizado un torneo espectacular más y espera a conocer rival para encarar la liguilla que toda la afición esmeralda espera que culmine con que el sueño de la octava se transforme en realidad. Muchas han sido las aristas del diamante que fue el equipo en la fase regular, pero ha llamado mucho la atención el cuidado que se ha puesto en la salida de balón.

Durante varias fases de los partidos jugados en el torneo, hemos visto a los esmeraldas pasear con mucha calma la pelota en zona baja, a veces incluso con pases repetidos entre los centrales sin que participe algún otro jugador, situación que ha creado la falsa percepción de que La Fiera “gusta de tener el balón por tenerlo”. Vamos a tratar de desmontar dicha aseveración y responder la pregunta de qué busca Ambriz en su concepto salida de balón.

Vamos a dejar claro un concepto y una realidad relativas al presente artículo. En los sistemas tácticos de cada equipo los entrenadores tienen en mente una situación ideal y soluciones para los escollos que les puedan poner sus colegas de enfrente. De la mano de este concepto de “situación ideal” pasamos a una realidad: si el cuadro verdiblanco puede o tiene que salir rápido y ser vertical, lo hace. No es la situación que más trabaja, pero si tiene planes para ello.

Vamos con un par de ejemplos, ambos del encuentro frente al Club América del presente semestre que fue uno de los mejores partidos del torneo, con presiones altas, ida y vuelta y una cascada de ocasiones de gol. Miguel Herrera mandó a sus pupilos que en los primeros minutos emparejaran a los centrales colombianos incluso dentro del área de Rodolfo Cota. Las soluciones, con los defensores centrados y Aquino jalando marca, fue recibir atención en el centro para que los laterales tuvieran espacio y fueran opción de pase no muy lejos del área.

De igual forma, cuando la presión americanista tomaba a los defensas centrales de Ambriz apenas afuera del área, otra solución era el pase largo al lateral, pero esta vez aprovechando que tres jugadores esmeraldas se acercaran por detrás de la primera línea de pressing rival para atraer la marca americanista, situación que los hombres de la banda aprovechaban para ganar altura. En la imagen de hecho, están tan arriba en el campo que no aparecen.

Éste último ejemplo de salida sirve precisamente para introducir el concepto fundamental para el estratega mexicano y por el cual usualmente se maneja con cuidado la salida felina. La libertad de movimientos de Meneses y Navarro, más la calidad técnica y de interpretación de Luis Montes les permite aparecer en una zona muerta del rival, por detrás de su primera línea de defensa y en espacios intermedios donde no parten naturalmente los contenciones u hombres de banda enemigos.

Con libertad para recibir sin marca y espacio para girar, una recepción significa que laterales o extremos pueden recibir muy arriba y mano a mano con la zaga rival, lo que genera un desajuste en el ancho de la línea defensiva contraria y un reajuste de espacios libre para los atacantes leoneses. O si el rival intenta marcar a los centrocampistas verdes, deja espacio para que los laterales reciban (es importante aclarar que en el esquema de Nacho debemos fijarnos más en nombres de posiciones que en nombres de jugadores).

Tenemos entonces la siguiente jugada como ejemplo, en la cual las águilas se sitúan a media altura en actitud de esperar de forma más compacta a los guanajuatenses. Tesillo ha quedado tras una serie de pases entre centrocampistas y centrales, como único y aparente elemento de inicio de la jugada. El pastel es demasiado atractivo para los americanistas que hipnotizados por la presa salen a una y abandonan la espalda, donde está incluso Barreiro y donde su compatriota encontrará a Meneses libre para girar y comandar el ataque.

Pasemos a otro ejemplo, ahora contra el denostado Mazatlán FC. El entonces equipo de Palencia complicó a los esmeraldas y también intentó una presión alta en ciertas fases del partido. Tan cerca del área, el Club León aplicó primer el principio de separar sus elementos defensivos en busca de una opción libre de pase. Tras una salida individual de Ramírez, al más puro estilo de Yairo, llegó una serie de pases donde lateral y extremo ganaron altura y la presencia de Aquino y Montes por dentro atrajo las marcas piratas y generó un pasillo donde Ramírez, está vez interiorizado, recibió con libertad.

Concluimos entonces que, lejos de ser un pasatiempo o un gusto por pasear la pelota, la salida del León es el primer mecanismo para generar ventaja a sus hombres más talentosos y resolver las preguntas que el rival le pone ya sea respirando muy cerca de su área o esperándolo en mediocampo. Supone disciplina de Barreiro y Aquino para ser secundarios muy aplicados y buen pie de Tesillo para pasar y de los receptores para controlar y no perder la ventaja.

Más aún, los primeros pases de la jugada esmeralda dejan correr tiempo y suponen posesión defensiva, es decir, tiempo en el que el rival no puede hacer daño porque carece del balón. Un limbo donde el equipo puede descansar mentalmente mientras el contrario pierde concentración y cohesión en sus líneas. Una salida que da tranquilidad y a la que se puede sumar recursos como Barreiro cambiando de lado el juego o Tesillo dando pases verticales, o Luis Montes bajando y sacando la pelota a puro regate.

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