La final del Club León es contra Cruz Azul

Hay una realidad ineludible de cara a los cuartos de final ante Cruz Azul: León llega en su peor momento. Luego de deslumbrar en la primera parte del campeonato, el cuadro esmeralda se tiró al abismo y en medio de la crisis apenas se pudo aferrar a la clasificación.
Cinco derrotas en los últimos siete partidos de liga avalan esta afirmación. La Fiera sumó cuatro puntos de los últimos 21 posibles, y justo en el cierre del torneo tanto Cruz Azul como Monterrey demostraron que los verdes carecen de capacidad de reacción y se hunden en escenarios adversos.
Hoy las apuestas dan como amplio favorito al Cruz Azul para avanzar a semifinales, los periodistas especializados dan por muerto al León, y hasta dentro de la propia afición verdiblanca, la confianza es escasa.
Pero para muchos no es sorpresa. Sobre el cuadro esmeralda pesa la sombra del Mundial de Clubes y la decisión del TAS. Lo que al inicio del torneo significaba ilusión y orgullo, hoy se traduce en miedo e incertidumbre en todos los niveles de la institución.
Y si a todo esto le sumas la infantil expulsión de James Rodríguez y la desafortunada aparición de Andrés Guardado en la Feria de San Marcos dos días después de la derrota ante Monterrey, la realidad es que el futuro de la Fiera se torna lúgubre.
Pero hay algo que los verdes sí tienen a favor y que significa el último atisbo de esperanza para soñar con trascender en este semestre: tiempo.
El play-in largo le dará a los esmeraldas dos semanas de trabajo para despejar la mente, cerrar filas y enfocarse en lo único que hoy por hoy todavía está en sus manos: derrotar a Cruz Azul.
La misión de Eduardo Berizzo de cara a este tiempo que le llega caído del cielo será esa: concentrar a sus futbolistas, hacerlos olvidarse de mundiales y tribunales, recordarles que la última certeza que les queda es la liga, y que pese al doloroso resultado final, ya pudieron competirle a la Máquina durante 73 minutos.
Además, hoy León tiene otra arma inesperada: la sorpresa. En medio de su azaroso presente, Cruz Azul carga con el peso del favoritismo en estos cuartos de final y nadie espera mucho de la Fiera, que pasa a tomar el papel del “underdog”, el David que marcha con apenas un tiro en la honda para encarar a su Goliat particular.
Y nada más está dicho. El Mundial de Clubes queda en segundo plano y aquí no puede intervenir el TAS. Los futbolistas deben entender que ya sólo les queda una serie a ida y vuelta en este semestre, y que no existe nada más allá. Hoy su final es Cruz Azul, y esa será su última oportunidad para saldar una deuda que aún tienen pendiente con su afición: la de morirse en la cancha.