La famosa charla

28 Jul, 2021
aficion club leon
Especial

―¿Cómo le fue al León? -me preguntó mi hijo mientras jugaba en su maltratado celular.

―Mal, otra vez perdió. Ahora lo golearon 4 a 0... Están estrenando director técnico. Hizo algunas modificaciones. Así pasa ―comenté fingiendo un cierto tono de indiferencia.

―¿Y los jugadores son los mismos? ―cuestionó al mismo tiempo que deslizaba rápidamente sus dedos por la pantalla del teléfono móvil, como si quisiera limpiar una mancha.

―Pues… sí. Bueno, se fueron algunos y llegaron otros.

―¿Los que se fueron eran muy importantes, ‘apá?

―No, eh ―le respondí seguro, con tan sólo recordar a Nickiller, Godínez, Campbell, Oso González e Iván Ochoa.

―¿Y los que llegaron son buenos?

―Sí, Ormeño y Fernández hicieron bien las cosas en Puebla. A Elías todavía le veo calidad. Ramiro te puede servir…

―¿Entonces por qué los bailaron? ―me interrumpió.

―Como te dije, el entrenador es nuevo. Está conociendo al equipo, analizando a sus jugadores, decidiendo qué sistema les viene bien. Se dice que es un genio el cuate ése…

―¿Pero el León ya jugaba bien, no? Los jugadores ya se conocen ¿Qué hacía falta moverle al equipo, ‘apá? ―A esta altura, yo ya no sabía si me empezaban a molestar sus preguntas, el verlo embobado en su aparato o esos horribles pantalones rotos que me hizo comprarle la semana pasada.

―Te digo, el cuate ése es un genio, debe estar viendo qué…

―Si es un genio, hubiera dejado jugar al equipo como sabe ―me interrumpió nuevamente, pero ahora su rostro dibujó una sonrisita sarcástica.

―Bueno, es que a lo mejor no sabe cómo…

―¡Ay! ¿Apoco nadie le pudo decir cómo se paraba habitualmente el equipo?

―Quizá le están dando su espacio para poner a prueba sus…

―Pues que experimente ya al minuto 80, ¿no?

―Bueno, también hay que considerar que tuvo el plantel incompleto en la pretemporada y le faltan seleccionados nacionales…

―¿Y eso afecta tanto como para que te metan 4-0?

―Mira, así te la dejo: Ambriz empezó mal y después hizo historia.

―Pero él sí recibió un equipo al que hacía falta moverle, 'apá. Ese León estaba hecho pedazos. ¡Jajá! ―remató el puberto y su burla me caló, pude sentir cómo perdí el control.

―¡Tú no sabes de futbol! ―exclamé sin pensarlo (lo sé, pésima frase).

―Pues al que se supone que sí sabe lo golearon 4-0.

Reinó el silencio por un par de segundos. El ambiente era incómodo. Tomé un respiro intenso, como si mi paciencia se encontrara refugiada en lo más profundo de mis pulmones, y sólo atiné a contestar:

―¿Sabes qué, Milton?... ¿No prefieres hablar de educación sexual? Creo que llegó el momento.

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