James Rodríguez: el punto de inflexión

13 Jun, 2025
james rodriguez club leon
Charly

Hace exactamente seis meses, el 13 de enero de 2025, el Club León hizo oficial lo que hasta entonces parecía un rumor inverosímil: James Rodríguez, exjugador del Real Madrid o el Bayern Múnich, fichaba por el cuadro esmeralda.

Venido de un semestre en el que el técnico del Rayo Vallecano, Íñigo Pérez, prácticamente no lo tomó en cuenta, James quería recuperar protagonismo, y como el diez y figura de su selección nacional, su estado físico y futbolístico era cuestión casi de estado.

Sin embargo, como se recogió en una columna previa publicada en este mismo espacio el 30 de enero, el movimiento polarizó a la afición, tanto la verdiblanca como la cafetera y la rayista.

En España, a pesar de que había dudas por dejar ir a la gran estrella del equipo, había más confianza en el proyecto de Íñigo Pérez, e incluso se celebraba la valentía del entrenador para no dejarse presionar y prescindir de James en beneficio del estilo de juego colectivo de su plantel, algo que desde entonces ya lo tenía cerca de los puestos europeos.

En Colombia, por el contrario, se calificaba a Íñigo Pérez como un técnico timorato, de imaginación limitada e incapaz de gestionar a una estrella mundial en su plantilla. Mientras que en León recibimos con los brazos abiertos a James, dispuestos a darle el protagonismo y el timón del navío que nunca tuvo en Vallecas, en espera de que se convirtiera en el capitán que llevaría a la Fiera a costas inexploradas de triunfos y éxitos internacionales.

Y en un principio así fue. Una racha de diez victorias consecutivas en el arranque del torneo pusieron a soñar a la afición esmeralda, que veía como su equipo dominaba la liga local con James como director de orquesta y aportando goles y asistencias al por mayor.

Naturalmente, esto hizo que la fanaticada esmeralda, obnubilada en medio e esta luna de miel, comenzara a ilusionarse con lo que su equipo sería capaz de hacer en el próximo Mundial de Clubes.

Pero entonces todo se torció. Mientras que durante la buena racha del Club León el colombiano marcó dos goles y puso cuatro asistencias, en la recta final del torneo, es decir, los últimos siete encuentros de la temporada regular, apenas puso dos asistencias y terminó expulsado en la última jornada, perdiéndose el primer duelo de cuartos de final por suspensión.

Y aunque no tuvo nada que ver con la expulsión del equipo del Mundial de Clubes, al final tampoco ayudó para al menos compensar con un buen papel en la liguilla y levantar los ánimos de la golpeada afición cuerera, que terminó el semestre sin Mundial, sin título de liga y sin certeza sobre lo que pasará en el futuro.

¿Y mientras tanto en España? Lejos de los reflectores, Íñigo Pérez siguió sumando los resultados que lo mantuvieron en la pelea por Europa, y al contrario que el Club León, el Rayo terminó la temporada regular en gran nivel, sin perder los últimos cinco encuentros en los que sumó tres victorias y dos empates.

Finalmente, en una dramática última jornada, el Rayo igualó a ceros con el Mallorca, y aunque empataron a 52 puntos con el Osasuna, un triunfo en sus enfrentamientos directos con los rojillos les dio la octava plaza y la clasificación a la Conference League, en lo que será su regreso a competiciones europeas luego de 24 años de ausencia, algo que tiene más mérito si consideramos que se trató de la tercera plantilla más barata de toda la primera división española según Transfermarkt.

Al final, el proyecto colectivo del Rayo Vallecano parece haber dado mejores resultados que la apuesta del Club León a una sola gran estrella, pero más que una competencia entre ambos estilos, esta historia nos deja la enseñanza de cuál es el mejor camino para llegar a un objetivo.

James terminó la temporada en México con dos goles y seis asistencias, números para nada despreciables, y ahora, sin el peso mediático de la novedad, es la oportunidad perfecta para construir un equipo ganador a su alrededor.

Si bien James, Cádiz y Mendoza cargaron con el peso ofensivo del equipo la campaña pasada, es evidente que hace falta un extremo por izquierda que también aporte cuota goleadora o asistente, pues ni Rigoni ni el "Charal" Cisneros colaboraron por dicha banda.

Y además, la retaguardia también luce frágil, con una central y una portería que verían con buenos ojos un par de fichajes que les dieran un subidón de nivel.

Por lo pronto, el Rayo descansa soñando con Europa, mientras que la Fiera ya hace pretemporada y mira con recelo un Mundial de Clubes que aún es una herida abierta en el orgullo de la afición.

Pero quizás James Rodríguez sea el punto de inflexión, la lección necesaria para construir de nuevo y lograr el único objetivo que podrá sanar esta cicatriz, aunque tarde otros cuatro años: volver.

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