Gigliotti: es tu revancha
Billy Beane se acerca a hablar con David Justice, la estrella más grande de su equipo, pero que no ha tenido el rendimiento, y más que nada, la actitud esperada. Pero Justice no recibe bien al General Manager, o Director Deportivo, de los Atléticos de Oakland, que por cierto es interpretado por Brad Pitt.
-“¿Tenemos un problema, David?”, pregunta Billy.
-”Ninguno”, responde Justice. “Conozco tu rutina, es un patrón que seguro surge efecto; pero es para ellos, no para mí”.
Entonces Billy se da cuenta de que debe ser franco con su gran estrella. Debe hacerle entender que su éxito personal reside en el éxito del equipo, así que lo confronta.
-”Oh, tú eres especial, ¿verdad?”
-”Me pagas siete millones de dólares al año, así que tal vez sí lo soy”
Entonces Billy toma la ofensiva.
-”No, no te pago siete. Los Yankees están pagando la mitad de tu salario”.
En ese momento David Justice le dirige una mirada incrédula y ofendida, como si hubieran lastimado un nervio que nunca nadie antes se había atrevido a tocar.
-”Eso es lo que los Yankees de Nueva York piensan de ti”, añade Billy. “Te están pagando tres millones y medio de dólares para que juegues contra ellos”
Resignado, David agacha la mirada y se expone por primera vez.
-”¿A dónde vas con esto, Billy?”, pregunta.
-”David, tienes 37 años. ¿Que tal si somos honestos con lo que queremos sacar de esto? Yo quiero exprimir hasta la última onza de béisbol que tienes dentro de ti, y tú quieres seguir en el juego. Hay que hacer eso”, le responde Billy, que va todavía más allá. “No te estoy pagando tres millones y medio de dólares por el jugador que eras; te estoy pagando por el jugador que eres ahora mismo”.
Entonces David Justice reconoce su papel, y lidera a los Atléticos de Oakland a la mejor temporada de su historia con 20 victorias consecutivas.
Toda esta escena ocurre en la película “Moneyball” (2012), que retrata aquella temporada de los Atléticos de Oakland desde los ojos de Billy Beane, y que de hecho le valió a Brad Pitt su tercera nominación al Oscar.
Pero ahora también podemos adoptarla para Nacho Ambriz y Emanuel Gigliotti.
El movimiento del delantero argentino parece no tener mucho sentido. Cuenta ya con 33 años, y en tres temporadas en la Liga MX apenas ha podido anotar nueve goles. Además, los reportes del diario deportivo Récord indican que el Toluca pagará su sueldo, todo con tal de quitárselo de encima.
“Eso es lo que el Toluca piensa de ti”, podría decirle Nacho. “Te están pagando millones de dólares para que juegues contra ellos”.
Tal vez así pueda motivar a un Gigliotti que enfrenta su última oportunidad para explotar, pero que lo hace en las manos de un técnico que es experto en rescatar jugadores que parecían perdidos.
Ya lo hizo Nacho con Yairo Moreno, que estaba en la banca del León hasta que lo puso en la lateral izquierda y lo llevó hasta la selección colombiana. O con Jean Meneses, que estuvo a punto de salir del equipo, pero que ahora es uno de los mejores extremos de la Liga MX y que también llegó a su selección.
O el mejor ejemplo, el de Ángel Mena, a quien los críticos se cansaron de destrozar por su discreto paso por el Cruz Azul, pero a quien Ambriz logró motivar hasta convertirlo en el campeón de goleo y el mejor jugador de su equipo.
Ahora Nacho recibe a un jugador similar, un goleador que no ha tenido confianza y que llega en medio de muchas dudas, pero justo eso podría ser el motor que convierta al “Puma” Gigliotti en uno de los proyectos más interesantes para el León de Ambriz.
No hay mucha claridad al respecto, pero por lo menos está la ilusión y la esperanza de que Emanuel Gigliotti reviva en el Bajío, exprima la última onza de fútbol que le queda dentro del cuerpo, y se convierta en el David Justice que nunca esperó el Club León.