Esta historia se nos hace conocida

22 May, 2021
yairo moreno pachuca
Especial

Les voy a contar una historia, la de un chico de 20 años, heredero de Puskas y los magiares mágicos, y llamado Dominik Szoboszlai.

Húngaro de nacimiento, su carrera profesional la ha hecho en Austria, entre el modesto Liefering y el dominador de la liga local, el Red Bull Salzburgo, donde explotó como una de las perlas del futbol mundial en la temporada 2019-20.

En esa campaña tomó protagonismo con el Red Bull, donde sumó 12 goles y 18 asistencias en todas las competiciones, mientras que en la 2020-21 sumaba nueve goles anotados y 11 asistencias hasta diciembre, además de que era el interior izquierdo que más ocasiones de gol creó para su equipo en todas las ligas europeas, incluso por encima de estrellas consagradas como Kevin De Bruyne o Ángel Di María.

Además, para los críticos que señalaban que solo brillaba porque estaba en una liga menor como la de Austria, Szoboszlai demostró que no, que también sabía brillar en las citas importantes. Así lo hizo en la Champions, cuando le marcó al Atlético de Madrid, pero mucho más importante fue su participación con la selección húngara, en la que ya porta el número 10, y a la que calificó a la Eurocopa que se jugará este año con un agónico gol en el tiempo de descuento frente a Islandia.

El chico estaba en la cima del mundo futbolístico, y como suele ocurrir con estas perlas de equipos de ligas menores, los grandes pusieron sus ojos sobre él.

A pesar de que tenía contrato con el Salzburgo hasta junio del 2022, su cláusula de rescisión, de 25 millones de euros, parecía asequible para equipos como Arsenal, Real Madrid, Liverpool, Manchester United, Bayern Munich o Juventus, que ya se frotaban las manos con su fichaje para el mercado invernal de diciembre del 2020.

Así que Red Bull estaba en un dilema: el chico quería crecer, estaba en su mejor momento, la liga austriaca ya le quedaba corta y tenía ofertas de los mejores clubes de Europa, que se lo llevarían por míseros 25 millones. ¿Cómo podrían solucionar esta situación? ¿Cómo podrían asegurarse su permanencia y aspirar a una posible venta en el futuro de hasta 100 millones de euros?

En estos escenarios, todo se hace más sencillo cuando eres parte de un conglomerado con varios equipos en todo el mundo. En diciembre, y para sorpresa de muy pocos, se anunció que Szoboszlai era el nuevo fichaje del RB Leipzig de Alemania, que también es propiedad de Red Bull, y que consiguió contratar a Szoboszlai incluso por menos de lo que marcaba su cláusula de rescisión: 20 millones de euros.

Así, con una transacción entre equipos del mismo grupo, Red Bull pudo darle a Szoboszlai no solo la oportunidad de probarse en una liga mucho más competitiva como la alemana, sino que también pudo renovar su cláusula de rescisión, que aunque no se ha revelado, seguramente es mucho más alta que los 25 millones de euros que tenía en Salzburgo.

Toda esta historia se puede extrapolar a cierto futbolista del Club León que era pretendido por equipos de Europa como el Porto de Portugal o el Galatasaray turco, y del que se desconocen los pormenores de su contrato y su cláusula de rescisión, pero que en vez de dar el salto a Europa, todo apunta a que se irá a Pachuca en este mercado, contra todo pronóstico.

Pero quizás, y solo quizás, este traspaso pueda deberse a una situación parecida a la de Szoboszlai, en la que el cambio de un jugador entre equipos del mismo grupo sirva para renovar contratos o subir cláusulas.

Quién sabe, esta es solo una historia...

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